La explosión en un ducto de petróleo en Tlahuelilpan, Hidalgo el 18 de enero de 2019 cobró la vida de 137 personas que intentaban robar combustible, dejando también 81 heridos y 8 hospitalizados. Un año después, el presidente tomó medidas de prevención en otros estados y afirmó que se apoyó a los familiares de las víctimas, mientras que la tragedia dejó 194 huérfanos.