2. La Colmena. Realismo social.
• En este fragmento podemos ver reflejada la
característica del realismo social de que la novela es
testimonio del momento histórico, político y social.
La novela no puede existir al margen de la historia,
por eso trata de reflejar en su obra la situación social
en los años 50, en la etapa de la posguerra, en la que
la sociedad desea la prosperidad en todos los
aspectos, pero que no es posible por eso dice “esos
mirares que jamás descubren horizontes nuevos,
paisajes nuevos, nuevas decoraciones”.
3. La Colmena. Realismo social.
• En el realismo social los autores intentan
adecuar la lengua de los personajes según sus
condiciones sociales, aproximando la lengua al
uso coloquial. En este caso aparece el lenguaje
coloquial, por ejemplo en “¡Qué Dios nos coja
confesados!”
4. La Colmena. Realismo social.
• Denuncia las injusticias de la sociedad de la época
a través de una narración objetiva y con un
vocabulario claro y sencillo. En esta parte de la
novela, Cela critica un Madrid bohemio,
destruido, desigual y carente de libertades de los
años 50: “la faz de la ciudad, ese sepulcro, esa
cucaña, esa colmena. ¡Qué Dios nos coja
confesados!”
5. La Colmena. Realismo social.
• Una de las características más relevantes del
realismo social, y especialmente de la narrativa de
los años 50, es la presencia de un personaje
colectivo, en el fragmento aparece la primera
persona del plural, implicando a toda la sociedad o
a un grupo muy amplio.
• Lo que nos cuenta el autor es verosímil ya que
simplemente refleja como ve la sociedad del
momento de una manera objetiva, por lo que es algo
real.
6. La Colmena. Realismo social.
• A pesar de que el tema esencial es el reflejo de la
vida cotidiana. Algunos de los temas más
importantes son: la dificultad de hallar solución a
los problemas sociales que padecen los
personajes; la soledad colectiva; la guerra como
recuerdo y sus consecuencias.