1. Se trata de un pueblito, donde las montañas son muy
notorias, donde las ovejitas pastan por las mañanas.
No existe quien robe en este lugar, por eso no hay
cerca, el pastor y sus animales son los únicos que pasan
entre ellos y cuidan los terrenos.
2. Era un viejo consejero, ya con sus 89 años de edad recordaba,
como los profesores de sus tiempos de estudiante eran de una
manera diferente; ponían a trabajar a los padres de familia para
ellos, les pedían comida y agua, maltrataban a los niños.
Todo esto terminó el día en que los padres de familia con sus
hijos decidieron quejarse con el presidente del lugar, que resultó
ser Indio igual k las personas del pueblito. Éste les dijo que
habían hecho bien en presentar sus quejas. Así, que
respectivamente regañó al profesor. El profesor después se vengo
de los alumnos al inculparlos de que habían tomado licor y los
metió a la cárcel.
3. El viejo Juan, contó también que un día su padre soñó
que una voz le decía que su hijo debería ser el
Consejero del pueblo par el siguiente año.
Su papá le preguntó si tenía el dinero necesario para
esos gastos, y que si tenia deseos de llevar a cabo el
mismo roll que jugaba el consejero de ese entonces.
Él, respondiendo que si, su padre lo apoyó.
Así que Juan tuvo que prepararse para que el próximo
año el fuese el consejero del pueblo.
4. Cuenta como el gobierno se había aprovechado de la
ignorancia de ellos diciéndoles que entregaran sus
armas para no levantarse en armas con nadie, y dio la
casualidad que a los pocos meses, los carrancistas los
invadieron y los llevaron presos bastante tiempo,
donde se pudo sufrir el hambre y la sed.
5. Don Juan entendió entonces, que el arma más
poderosa que podía inculcar a sus hijos, era el saber
leer y escribir.
Así que desde ese entonces, los pueblerinos
empezaron a exigir escuelas, pero, como nadie iba, don
Juan tuvo que empezar a enseñarles lo poco que sabía,
después, fue acusado de inculcar tristeza y rencor en
contra del gobierno, claro, era sólo miedo de la
autoridades de que los pueblerinos fueran más listos y
colmados de sabiduría para defenderse.
6. Cuando la autoridades le mandaron hablar a don
Juan, su sorpresa fue al ver que se le felicitó por
enseñar, y también anunciarle, que desde ese entonces
recibiría un papel de maestro, y recibiría sueldo para
sustentarse.
Después tuvo que dejar su trabajo, por que el pueblo
decía que cómo un indio iba a enseñarle a otro indio.
Para insultar a un indio, sólo lo culpaban de matón o
de ladrón. Palabras, que hicieron enojar mucho a don
Juan, a grado de pelarse y llegar hasta la presidencia.