1. EL
ESCARABAJO
QUE
GANÓ
UNA
MEDALLA
(Binomio:
escarabajo
y
medalla)
Había
una
vez
un
escarabajo
muy
triste
porque
sus
amigos
siempre
se
reían
de
él.
El
escarabajo
nunca
había
ganado
un
premio
o
una
medalla.
Un
día
se
celebró
un
concurso
de
fuerza
en
la
ciudad
y
como
él
era
muy
fuerte,
le
dijo
a
sus
amigos:
-­‐ ¡Os
demostraré
que
puedo
ganar,
incluso
a
una
persona!
Sus
amigos
se
rieron
hasta
no
poder
más.
El
escarabajo
se
enfadó
mucho
y
les
dijo:
-­‐ ¡Escuchad
con
atención!,
Yo
ya
estoy
muy
enfadado
y
cansado
de
que
os
riáis
de
mi.
Os
voy
a
demostrar
lo
que
puedo
hacer
en
el
concurso.
Los
amigos
le
dijeron:
-­‐ ¿Tú
estás
tonto
o
qué?
Hasta
una
mariposa
tiene
más
fuerza
que
nosotros.
-­‐ ¡Os
lo
demostraré!
–dijo
el
escarabajo
aún
más
enfadado.
Al
día
siguiente,
el
escarabajo
ya
estaba
preparado
para
el
concurso.
Los
amigos
le
decían:
-­‐ ¡Tú
vas
a
perder,
vas
a
perder!
-­‐ ¡No
voy
a
perder,
no
soy
tan
tonto
como
vosotros!
–dijo
el
escarabajo.
¡Señores
y
señoras,
vamos
a
empezar
el
concurso!
–dijo
el
presentador.
-­‐¡Mirad,
un
escarabajo
concursando!
–dijo
alguien
del
público.
Todas
las
personas
que
estaban
mirando
se
echaron
a
reír.
El
pobre
escarabajo
se
puso
a
llorar
pero
dijo:
-­‐ Si
os
creéis
que
voy
a
abandonar,
estáis
muy
equivocados.
Y
con
todas
sus
fuerzas
y
ayudado
por
la
rabia,
levantó
una
mesa
que
también
tenía
la
silla
incorporada
y
encima
lápices,
cuadernos….
Los
amigos
se
quedaron
asombrados.
-­‐ ¿Habéis
visto
lo
que
he
hecho?
–
dijo
el
escarabajo.
Al
escarabajo
le
regalaron
una
medalla
de
oro
que
ponía
“premio
al
más
fuerte
de
toda
la
ciudad”.
El
bichito
se
puso
muy
contento
y
fue
el
día
más
feliz
de
su
vida.
Desde
entonces
siempre
llevaba
puesta
la
medalla
y
nadie
se
atrevía
a
reírse
de
él.
Fin
Bárbara
Santrochova