El documento compara diferentes sistemas político-económicos a través de una analogía de tener dos vacas. El socialismo nacionaliza las vacas y paga por el ternero de una. El comunismo requisa las vacas y da un poco de leche. El fascismo requisa ambas vacas y fusila al dueño. La democracia deja al dueño con sus vacas para que venda la leche o ganado. El capitalismo puede llevar a la ruina si hay exceso o escasez de alfalfa o leche. El nacionalismo pinta las vacas