2. Yammine
Las mejores ideas para reciclar el aceite
Para engrasar – Tienes una puerta que rechina, un armario que no corre bien o un pomo que
se encaja, el aceite es la solución. Vale para bisagras, pernios, goznes y lo que se ponga por
delante. Para ello, basta con que filtres el aceite usado y lo apliques a la zona indicada. Una
de las formas más sencillas de hacerlo es con una jeringa. Es cierto que su duración es
menor que la del aceite mineral, pero también que te saldrá más barato.
3. Yammine
Protector de muebles – ¿No se te había ocurrido? Pues sí, el aceite de freír es un protector
tremendo para los muebles. Vale para interior y para exterior, pero se recomienda más para
fuera de la casa, porque en ocasiones huele fuerte. Para aplicarlo, recuerda que los muebles
no deben estar barnizados, basta con que uses una brocha. Con ella irás tapando los poros.
No sólo lo protegerás, sino que le darás más brillo. Se recomienda dar dos capas al año.
4. Yammine
Jabón – Una de las opciones más recomendables para reciclar aceite usado es utilizarlo para
fabricar jabón casero. Lo cierto es que en internet tienes numerosas páginas en las que puedes ver
cómo hacer jabón, detergente o jabón líquido a base de aceite reciclado.
Antiadherente – ¿Eres un habitual de la cocina? ¿Usas mucho el horno para hacer bollos,
pasteles y todo tipo de dulces? ¿No soportas la mantequilla? Usa aceite de freír. Tan sólo tienes
que dar una mínima capa de aceite al molde, y así evitarás que tu receta quede pegada.
5. Yammine
Cremas hidratantes – No es broma. Con el aceite de freír te puedes hacer unas cremas
hidratantes maravillosas. Para ello necesitas láminas de cera de abejas, un bote de cristal y el
aceite filtrado. Rompe las lámina, ponlas en el tarro y colócalo todo al baño maría. Cuando la
cera se funda, agrega el aceite, echándolo despacio y batiendo para emulsionarlo. Cuando el tarro
se llene, lo metemos directo al frigorífico. En 6 horas, tendrás tu crema natural e hidratante.
6. Yammine
Exfoliante corporal – Sin duda, una de las recetas más reciclables de la historia. Por un lado,
aceite de freír. Por otro, café molido usado. Ponemos mitad y mitad y creamos una pasta que sea
casi sólida. Esa misma pasta, aplicada por el cuerpo, es un exfoliante excelente. Déjala actuar 10
minutos y retira con agua y jabón. Cuando hayas terminado, puedes echarte tu crema hidratante
casera.
Biocombustible – Es cierto que este proceso es más peligroso que cualquiera de los anteriores,
pero se puede y se debe hacer. En este caso, cogemos el aceite de freír y lo combinamos con
etanol y sosa cáustica. El proceso que generará la mezcla se llama trasesterificación. Cuando todo
esté mezclado y homogéneo, debemos dejarlo reposar 24 horas. Transcurridas, decantamos el
resultado y ya tenemos combustible ecológico.