3. Paisaje
La palabra paisaje se usa básicamente para describir todo aquello que forma un
conjunto de elementos visibles sobre el horizonte. Normalmente, se relaciona la
noción de paisaje con la presencia de elementos naturales (y esto es así ya que la
etimología del término nos lleva hacia la idea de tierra) pero el paisaje puede ser sin
dudas la imagen de una ciudad, de un centro urbano o de gran variedad de espacios
en los cuales no predomine necesariamente la naturaleza. El paisaje no es nada más
una imagen si no que es principalmente el medio en el cual se desarrollan infinitos
fenómenos que permiten que como observadores obtengamos aquella visión. En
este sentido, cada paisaje es único e irrepetible.
5. Clasificacion
Podríamos decir que los paisajes surgen de «recetas» en las que se
combinan ingredientes naturales, como el relieve o la vida, con
ingredientes humanos como las construcciones, las actividades
económicas que se desarrollan en ellos o los usos que han tenido a lo
largo de la historia. Estos ingredientes se pueden mezclar de un
sinfín de formas y proporciones, dando lugar a multitud de paisajes
diferentes, por lo que se hace necesario establecer clasificaciones.
6. Clasificación de paisajes por sus características espaciales.
Este tipo de clasificación se basa en criterios como el
tamaño, la forma, la orientación, etc. De ellos, uno de los
más empleados es la localización geográfica. Así, en
atención a la latitud y coincidiendo con los grandes biomas,
los paisajes se clasifican en paisajes polares, tundra, taiga,
bosque caducifolio, bosque tropical, desiertos, praderas, etc
7. Clasificación por dominancia de elementos.
Esta clasificación, de carácter más científico, permite agrupar los paisajes
atendiendo a los elementos que predominan en ellos: hay paisajes cubiertos de
vegetación o paisajes urbanos donde lo que más llama la atención son los edificios.
(En el apartado del estudio de paisaje, ya hablamos de los componentes biótico,
abiótico y cultural). Cualquier paisaje es el resultado de la combinación de
elementos de diferente naturaleza: relieve, vegetación, casas, carreteras… y esta
primera clasificación los organiza atendiendo al tipo de elemento que predomina.
Así, podemos encontrar:
Paisajes con predominio de elementos abióticos, en los que lo más llamativo son las formas del
relieve, las aguas o las rocas. Por ejemplo, los conos volcánicos recientes o las playas.
Paisajes con predominio biótico, en los que destacan los elementos vivos, sobre todo la
vegetación. Por ejemplo, los bosques.
Paisajes con predominio antrópico. En esta categoría se encuentran los paisajes en los que
predominan los elementos que son resultado de la intervención humana. Un claro ejemplo son las
ciudades o las carreteras.
8. Este tipo de clasificación pretende conseguir una división
del territorio considerando las actividades
socioeconómicas que se desarrollan en ellos. Según este
criterio los tres grandes grupos de paisajes son:
Clasificación de paisajes según su funcionalidad.
•
•
•
Paisajes naturales: en el que la intervención del ser humano es nula o muy
escasa.
Paisajes rurales: en los que el paisaje está marcado por las actividades
ligadas a la tierra, especialmente la agricultura.
Paisajes urbanos: marcado claramente por la presencia y el estilo de vida del
ser humano en la actualidad.
10. Características
Todo paisaje natural se reconoce por una serie de características:
Se desarrolla en un espacio geográfico determinado.
No ha sido modificado por el ser humano (al menos, en sus aspectos constitutivos).
Eventualmente, puede haber algún grado de intervención del ser humano (como un puente o
un camino); incluso pueden vivir en él algunas personas (como sucede en las bases que
diferentes naciones han establecido en la Antártida).
Posee un relieve, una distribución del agua, un suelo y una vegetación particular, junto con
unas condiciones de clima que le son propias y que determinan el desarrollo de ciertos
animales. Estos aspectos, en conjunto, hacen que un paisaje natural sea percibido como una
unidad y lo distingue de otros paisajes naturales.
Sus rasgos distintivos se mantienen a lo largo del tiempo. Esto no significa que sea una
entidad inmutable: un paisaje natural está sujeto a continuas modificaciones, como
consecuencia de las interacciones entre sus diversos componentes.
12. Valoracion del paisaje
La técnica de valoración del paisaje es el análisis de
preferencias, que parte aceptando que el valor de un
paisaje está en función del número de individuos que le
prefieren. También se describe un método para valorar la
fragilidad del paisaje, que integrado a la valoración
permite aplicar criterios de preservación y conservación