2. Canciones del corazón mojado
Contratapa:
“Entre todas las historias que uno puede encontrar en el acervo literario
nacional, no podría existir una visión más pura y fresca de la realidad
como creemos conocerla en Bolivia, sino es a través de los ojos de los
jóvenes protagonistas de una fábula moderna, muy sensible a todos los
problemas de la actualidad. El primer volumen de la trilogía “El devorador de
almas” de Ana Triveño Gutiérrez, demuestra una vez más la enorme capacidad
de la autora por asombrarnos con un acopio de temas impecables, situaciones
muy verosímiles y una visión geográfica de primera mano de la sociedad
cochabambina, junto con sus calles y avenidas en vívida descripción.
Las “Canciones del corazón mojado” son las expresiones de todos nuestros
anhelos de juventud, frente a la dureza de situaciones que aparecen en nuestras
vidas para demostrar la imperiosa necesidad de crecer, de dejar de ser unos
chiquillos, y de enfrentar todos los retos como individuos responsables. Pero la
nobleza del corazón y el incalculable valor de la amistad, son los atributos que
deberían perdurar más en todos nosotros, sin importar nuestra edad o dónde
nos encontremos, y eso es lo que esta novela nos enseña a cada vuelta de
página.
3. Canciones del corazón mojado
Y para dar un giro excepcional a la trama, se ven mezcladas las
inquietudes más atávicas de la pisque humana, entre ellas el temor a
lo desconocido, en enfrentar a la más temible de las preocupaciones
mortales, cuando se trata de nuestra alma inmortal. No todos los días
la Tierra, ni mucho menos nuestra hermosa ciudad, son visitados por
entidades supernaturales que tratan de arrebatarnos nuestra más valiosa
posesión, la que muchas veces ignoramos sino hasta el último de nuestros
momentos.
Esta primera parte de la trilogía logra mantenernos en un suspenso agradable
gracias a un estilo narrativo genial y pulcro, convirtiéndonos en partícipes
secretos en una historia de rápidos descubrimientos, situaciones deliciosas y
nuevas perspectivas difíciles de imaginar, haciéndonos cómplices de tantas
sensaciones que a fin de cuentas no podemos ignorar. La autora ha creado un
mundo maravilloso alrededor de nosotros, en el que apenas nos hemos
sumergido, y del que esperamos un “continuará” que nos sabrá satisfacer con
otro éxito literario como sólo ella puede.”
- Dennis Morales Iriarte, escritor.
4. Canciones del corazón mojado
Extracto:
- Sonríes – observó Silver cuando nos separamos.
- Tú me has hecho sonreír – afirmé. Involuntariamente volví a poner la
mano sobre mi pecho.
- ¿Te sigue doliendo? – inquirió intranquilo. Sonreí todavía más.
- Ya no es dolor – confesé -. Mi corazón ha cambiado. Estando a tu lado, mi corazón
se ha llenado.
- ¿Cómo? – Silver sonrió ligeramente, sin comprender.
- Antes… Desde siempre, mi corazón era muy obstinado. Ante alguna preocupación
o algún malestar se hinchaba de vacío. Se llenaba con mis más absurdos temores y
no me dejaba sentir otra cosa más que ese dolor. – Sentí nostalgia al pronunciar
esas palabras -. Pero entonces llegaste, y me hablaste de enfrentarme a ese dolor,
como nadie había hecho antes. Y por primera vez, sentí que mi corazón se liberaba
de ese vacío, como si lo repeliera. Y no solo eso, sino que, con tus palabras, con tu
presencia, se volvió a llenar. Se envolvió de ti.
Reí ante la idea. Qué metáfora más absurda. Estaba comenzando a arrepentirme de
haberlo dicho, cuando Silver me acarició la mejilla.
- Ya entiendo – aseguró -. Tu corazón es una esponja. Absorbe todo a su alrededor,
lo retiene con gran facilidad.
“Una esponja”.
- Creo que cuando se llena de vacío, como tú lo llamas, en realidad no está lleno,
sino seco. Y un corazón seco puede ser un problema para alguien que está
acostumbrada a absorber.