2. TEMPERATURA DE COLOR
El balance blancos (WB) es necesario porque la luz no
solo varía de brillo sino también de color.
Cada fuente de luz tiene su propia “temperatura de
color”, que puede cambiar del rojo al azul a medida
que nos movamos por el espectro visible.
La visión humana es muy hábil a la hora de compensar
esto.
La cámara necesita el balance de blancos para
compensar las diferencias de color de la luz y lograr que
los colores como esperamos.
5. TEMPERATURA DE COLOR
La escala de temperatura de color es una
medida de la “blancura” de la luz, que se
registra en kelvin (K).
La temperatura de color se basa en el
hecho de que un objeto estandarizado
emite luz de color dependiendo de su
temperatura real.
7. CREAR CON EL BALANCE DE
BLANCOS
1. Busca un sujeto en
exteriores que esté iluminado
con una luz diurna normal en
un día claro. Pero, en vez de
ajustar el balance AWB o luz
de día, prueba en su lugar la
opción de nublado.
2. Las puestas de sol siempre
impactan menos en una foto
que al natural. No obstante, si
cambiamos el balance de
blancos podremos dar un
matiz más áureo a
amaneceres y crepúsculo.
Ajústalo en sombra o, si tienes
la opción K, con una
temperatura de 10.000 K.