Conferencia que habla sobre lo que es la ilusión en nuestras vidas.
Por: Pastor Edwing Cárcamo
Viernes, 2 Oct 2015 - 8:00 p.m.
180 Profesionales [Iglesia Gran Comisión]
4. Todos en algún punto
pasamos la vida proyectando
una imagen.
5. Todos en algún punto
pasamos la vida proyectando
una imagen.
La ilusión al primero que
engaña es al ilusionista.
6. Hechos 8:9-10
9 Desde hacía algún tiempo, un hombre
llamado Simón . Este
Simón asombraba a la gente de Samaria
, y se hacía pasar
por gente importante.
7. Hechos 8:9-10
10 Ricos y pobres le prestaban atención,
y decían: «Este hombre tiene lo que se
llama el gran poder de Dios.
18. La ley revela mi pecado.
Mi pecado revela la gracia
de Dios.
19. La ley revela mi pecado.
Mi pecado revela la gracia
de Dios.
La gracia de Dios revela
cuánto me ama.
20. Hechos 8:14-17
14 Los apóstoles estaban en Jerusalén.
En cuanto supieron que la gente de
Samaria había aceptado el mensaje de
Dios, mandaron allá a Pedro y a Juan.
21. Hechos 8:14-17
15 Cuando éstos llegaron, oraron para
que los nuevos seguidores recibieran el
Espíritu Santo, 16 porque todavía no lo
habían recibido. Y es que sólo habían
sido bautizados en el nombre de Jesús.
22. Hechos 8:14-17
17 Entonces Pedro y Juan pusieron
sus manos sobre la cabeza de cada
uno, y todos ellos recibieron el
Espíritu Santo.
23.
24. Hechos 8:18-19
18 Al ver Simón que la gente recibía
el Espíritu Santo cuando los apóstoles
les ponían las manos sobre la cabeza,
les ofreció dinero a los apóstoles
y les dijo: ...
25. Hechos 8:18-19
19 ...
. Así yo también podré
darle el Espíritu Santo a quien le
imponga las manos.
27. Detrás de una ilusión hay
una ambición.
Detrás de todo poder hay
una lucha de posición.
28. Hechos 8:20-23
20 Pero Pedro le respondió:
¡Lo que Dios da como regalo, no se
compra con dinero! 21 Tú no tienes
parte con nosotros, ...
29. Hechos 8:20-23
21 ... pues bien sabe Dios que tus
intenciones no son buenas.
22-23 Claramente veo que tienes
envidia, y que no puedes dejar de
hacer lo malo ...
30. Hechos 8:20-23
22-23 ... Tienes que dejar de hacerlo.
Si le pides perdón a Dios por tus
malas intenciones, tal vez te perdone.