1. Misión Cipreses, 21 de Julio 2001
Apoyo desde Santiago
Cerca de las 15:00 Hrs comenzamos a trabajar. Partimos Sonia, Marcela y yo. Hicimos una
alineación de energía en nuestros cuerpos, liberando bloqueos energéticos, así activamos nuestro
canal de Luz a través nuestro. Nos conectamos a la Madre Tierra y al Padre Sol. Hicimos circular
ambas energías a través nuestro irradiándolas por el corazón. Luego activamos la Luz en nuestras
células, para transformarnos en servidores de Luz. Al terminar sentimos una potente energía
circular a través nuestro. En el camino se nos fueron uniendo, Juanito, Lili, Silvita y Cecilia.
Inmediatamente, y para aprovechar lo energizados que estábamos, nos entregamos energía entre
nosotros. El que recibía acogía en sí a todo el grupo que estaba en Cipreses. Todos coincidimos en
que las piernas eran las más necesitadas. Se percibió dolor y cansancio. En especial, Silvita, sintió
que sus piernas se transformaban en piernas de un hombre con grandes bototos y que estaban muy
muy cansadas. Entre tanto se unió al grupo Gladys, Jacqueline y José Miguel.
Hicimos un alto para compartir experiencias. Se retiraron Sonia, Silvita y Cecilia.
Pasado las 19:00 Hrs. Gladys tiene una fuerte sensación de frío proveniente del grupo de avanzada.
Decidimos trasladarnos para allá con el fin de dar un apoyo más directo. Yo guié el trabajo. Nos
conectamos con la Madre Tierra para que nos proveyera de la energía de fuego que guarda en su
interior. Así nos fuimos transformando en llamas Rojo-Ruby, llenos de energía vital. Luego desde
el Sol extrajimos energía Dorada, la confianza. Acumulamos en nuestro campo energético lo que
más pudimos de estas dos energías. Entonces activamos personalmente nuestro vehículo de luz
para luego expandirlo y generar una sola gran esfera que nos contenía a todos. Nos elevamos
2. suavemente, nos dirigimos hacia la cordillera, viajamos al sur y a la altura de Cipreses nos
internamos. Ubicamos al grupo de avanzada. Tanto Juanito como Jacqueline visualizaron que se
encontraban sobre un cráter lleno de túneles de luz. Nos estacionamos sobre ellos, los elevamos
hasta nuestra esfera, nos intercalamos y los tomamos de las manos. Le traspasamos la energía que
les llevábamos. Todos sentimos como ellos se iban calentando. Percibimos que estaban bien, solo
cansados y expectantes. Eramos siete, entonces cada uno de nosotros acogió en sus brazos a un
hermano. Ellos se soltaron y algunos lloraron. Nos fuimos turnando, así pudimos acoger a todos por
igual. Fue muy hermosa esta parte. Luego formamos dos círculos, ellos adentro y nosotros por
fuera. Al centro se generó un gran pilar de luz a través del cual descendió un hermoso Ser de Luz
que los irradió mientras nosotros hacíamos lo mismo desde atrás. Marcela lo visualizó como un ser
femenino, le llegó el nombre de Lady Nada. Luego descendieron, ella se quedó con ellos, al parecer
los iba a acompañar hasta el final. Nosotros retornamos.
Apenas abrimos los ojos, Gladys nos dice que hay una mujer que se siente mal en el campamento
base. Volvimos a cerrar nuestros ojos. Me dejé fluir y comencé a guiar el trabajo. Fuimos activando
energía verde en nosotros. Cuando generamos la esfera de luz para que nos transportara a todos,
ella se trasformó en una nave de color verde. Viajamos rápidamente por encima de la carretera y
a la altura de Rancagua entramos hasta el campamento. Los subimos a todos a la nave, la cual creció
para contener a todo el grupo. Inmediatamente ingresaron muchos sanadores luminosos, tantos
como personas habían. Nosotros que ahora éramos 6 (se había retirado José Miguel) nos pusimos
por fuera del círculo de sanación. Activamos una estrella de seis puntas. La energía que circulaba
a través nuestro era super heavy. El trabajo lo estábamos haciendo de pie, pero Gladys tuvo que
sentarse para sacarse las botas porque sentía mucho dolor en los pies. Marcela percibió dolor a la
altura del plexo en una persona, al parecer una mujer. Quizás la misma, pero no tuvimos seguridad.
A medida que la sanación ocurría fuimos percibiendo que el grupo retomaba su armonía. Algunos
se durmieron. Retornamos luego de dejarlos más calmados.
Volvimos a hacer una pequeña pausa. Se retiraron Juanito, Lili y Jacqueline. Pero se incorporaron
María Ester, Maruja y Boris. Continuamos siendo seis.
Pasadito las 21:00 hrs, sentimos que había llegado el momento ...... Volví a dirigir.
Esta vez nos fuimos lentamente conectando con la energía del Amor, nos iban llegando olas de luz
rosada y perfume a rosas. Activamos nuestro vehículo de luz, y al igual que la vez anterior se
transformó en una nave pero de color rosa. Viajamos por la Cordillera hasta llegar al lugar donde
estaba el grupo de avanzada. Los encontramos sentados en un círculo y una fogata al medio.
Nosotros bajamos y nos intercalamos con ellos. Una cúpula blanca-rosada nos cubrió. Se generó un
pilar de luz al centro, y desde nuestros corazones permitimos que saliera un rayo de luz dorado
para anclarse en el pilar. Desde ahí salieron rayos dorados que se anclaron en el corazón de
nuestros hermanos. Podíamos ver como sus corazones se transformaban en una gran flor
completamente abierta. Mientras esto sucedía, en el cielo podíamos ver tres luces que titilaban
fuertemente. Llegó un momento en que sentimos la imperiosa necesidad de levantarnos y caminar,
hasta que cada uno eligió un lugar para sentarse. Nosotros nos quedamos de pie atrás. Entonces,
3. una de las luces descendió muy cerca del grupo, y de ella salieron tres seres de luz, que se pasearon
entre nuestros hermanos, la verdad es que más bien danzaban entre ellos. Mientras hacían esto,
les pidieron que renovaran, desde sus corazones, sus votos de compromiso con la Misión. Luego
fueron pasando frente a cada uno de nuestros hermanos y le colocaron la mano derecha sobre el
corazón y la mano izquierda sobre la coronilla. Dijeron que estaban traspasando información, en
forma de códigos, a sus corazones. Esto mismo estaba sucediendo simultáneamente en el
campamento base. Aquí en Santiago percibimos con mucha fuerza la presencia de estos seres.
Incluso Gladys y Boris pudieron verlos. Yo, durante todo el trabajo sentí a alguien a mi costado
izquierdo a quien tocaba con mi brazo cada vez que lo movía. Tanto Gladys como Boris sintieron la
mano en el pecho y un fuerte dolor en el corazón como un pinchazo. Hoy cuando Gladys me recordó
esto sentí que en ese instante ella había recibido los Cristales de Cesio. Siento que lo mismo ocurrió
con Boris.
Luego, cada uno de nuestros hermanos del grupo de avanzada comenzó a irradiar una potente
energía, formando un anillo de luz rosado sobre el grupo, que se fue elevando para transformarse
en una espumita rosada que cubrió a todo el planeta. En seguida esta espuma se condensó en
millares de gotitas de Amor que cayeron al corazón de cada ser vivo sobre el planeta.
Desde el grupo de avanzada se generó un puente de luz hasta el campamento base. Luego se creó
un puente de luz hasta Santiago y los otros grupos que estaban asistiendo esta misión. Se fue
formando una red de color rosa. Lentamente se fue tejiendo una gran malla de Luz rosada con
todos los Rahma del planeta. Había un gran punto en esta malla que era Sixto, y desde allí se creó
un puente de luz en dirección a una de las lunas de Jupiter (Morlen). Cuando la Luz fue recibida
allí, se sintió gran alegría, gran júbilo. Entonces por ese puente descendieron, hasta el grupo de
avanzada, 7 entidades femeninas, como energías blancas radiantes, que estaban esperando que
esto ocurriera. Circularon por entre el grupo levitando armoniosamente. Y desde allí hicieron
circular información por toda la malla. Esa información sería recibida por nuestro corazón y no por
nuestra mente. En nuestro círculo, en Santiago, la energía nos hacía transpirar. La información que
nos llegó es que no teníamos plena conciencia del gran momento que estábamos viviendo. Nos
hicieron saber que ya no buscáramos contactarnos con ellos porque el puente había sido tendido y
las conexiones hechas ... “la información va fluyendo por ahí hasta vuestros corazones, sólo tienen
que accesarla”. De más está decir que a todos nos corrían las lágrimas. Perdimos la noción del
tiempo.
En algún momento retornamos a Santiago ..... nos sentamos, y nadie habló por muchos minutos,
quizás 10 o 15 minutos. Yo recuerdo que coloqué mi frente sobre mis rodillas y como un eco
escuchaba MISION CUMPLIDA ..... MISION CUMPLIDA .... MISION CUMPLIDA ...... sólo lloré
silenciosamente .....
Maruja nos sacó del estado cuando dijo ..... “recién estoy empezando a llegar”. En realidad todos
coincidimos en que algo maravilloso había pasado y que no sabíamos explicarlo.
4. Nota: Esta mañana, Gladys me llamó por teléfono para decirme que en la planta del pie derecho
tenía un moretón, algo así como si se hubiera roto una cabeza de vena.