1. Equinoccio de Primavera 2001
Sentimos que debíamos recibir la primavera en la montaña. Fuimos cinco servidores de luz: Diana,
Gisela, Isabel, Raúl y yo. El día 20 de septiembre nos dirigimos al Cerro El Roble. El día estaba
hermoso. Nuestra intención era dormir allí arriba.
Llegamos con la camioneta a escasos metros de la cima. Por lo tanto tuvimos que caminar muy poco.
Estábamos solos “a escasos metros del cielo”. Hicimos nuestras carpas, preparamos
energéticamente el lugar y recogimos materia prima para la fogata de la noche. Suponíamos que
haría mucho frío sobre todo al amanecer. En los alrededores aún había nieve.
Trabajamos hasta bien entrada la noche. Decidimos irnos a acostar para levantarnos a la salida del
sol y terminar allí.
Pero ... nos despertamos cuando el sol ya estaba arriba .... dormimos literalmente “como angelitos”
.... El sueño de todos fue profundo y reparador. No hizo nada, pero nada de frío.
Antes de levantar carpas cada uno se conectó en forma personal .... cada uno tuvo su espacio para
trabajar personalmente.
Yo me ubiqué mirando el Aconcagua, la punta más alta de la Cordillera ... era la primera vez que me
conectaba con esa montaña. Sentí su fuerza, su misterio, y también un llamado a acercarme a él.
Conversé largamente con él, y terminé danzándole y cantándole.
Bajamos como a medio día del 21 de Septiembre. Nos sentíamos contentos. Raúl nos invitó a su
campo a comer algo.