1. Silvia Lorrio. Febrero 2013
Boletín Oficial desde Camerún Núm. 9
LA CORRUPCIÓN EN CAMERÚN:
La pandemia que enquista la sociedad

2. Boletín Oficial desde Camerún. Núm. 9 “La corrupción en Camerún” 2
Un boletín “serio” y con mucha letra. Creado a través de la experiencia propia
Hoy toca un boletín distinto, de imprimir y leer. Trata un asunto gravísimo, la
corrupción que enquista la sociedad camerunesa: primero hay una parte de datos e
historia, y en la segunda, una vivencia en primera persona, siempre con un toque de
humor.
Durante el máster, una de las clases reveladoras fue “economía”, una aproximación o introducción. Me
encantó, entendí mejor el mundo en el que vivimos. Me dediqué a leer economía y países en desarrollo,
entonces, di con el capítulo “¿Por qué los países son pobres?” del libro El economista camuflado de Tim
Harford. El capítulo explica lo que vio el autor en una estancia en Camerún y como la corrupción
desemboca inevitablemente en la pobreza de un país.
Según el autor, Camerún es un país con muchos problemas: burrocracia, un sistema legal poco
transparente, corrupción generalizada e infraestructuras inadecuadas y con mantenimiento insuficiente.
Tampoco se deben olvidar los problemas sociales y de salud que existen.
Cuenta además con una climatología adversa donde la continua humedad del territorio junto a unas
condiciones insalubres en las ciudades, favorecen la aparición de diversas enfermedades, como la malaria.
Durante la época colonial ya comenzaron a gestarse grandes diferencias entre la población, dividida entre
la zona francesa (con infraestructuras, mayor nivel de educación…) y la zona inglesa (con menor renta per
cápita, de gran influencia nigeriana y bastante desatendida por parte de los británicos que la gobernaban
desde Nigeria). A día de hoy, esas diferencias
están niveladas.
Desde 1982, Camerún está gobernado por Paul
Biya. En sus primeros años de gobierno
aprovechó las infraestructuras de su
predecesor, Ahidjo, pero se han quedado
totalmente obsoletas. Según Tim Harford, el
gobierno se ejerce desde la corrupción y el
enriquecimiento de sus miembros, lo que ha
llevado a crear un sistema de saqueadores
gubernamentales que exprimen diariamente a
la población a través de altos impuestos y
sobornos.

3. Boletín Oficial desde Camerún. Núm. 9 “La corrupción en Camerún” 3
El Banco Mundial, precisamente por este tipo de problemas de corrupción, no les cede ningún tipo de
préstamo ya que más de la mitad de ese dinero va directamente al bolsillo del gobernante. Las
subvenciones y créditos internacionales se reparten, según Harford, entre sus gobernantes endeudando
más al país. Los niveles de educación son mínimos. Además, debido a la mala imagen internacional y falta
de interés del gobierno, las inversiones extranjeras también son mínimas (aunque recientemente ha
firmado un tratado con China y Francia y EEUU para explotar el petróleo) y un acuerdo con China muy
importante que pretende aumentar la exportación de bananas, cacao y café. Camerún está atrapado en el
“círculo vicioso de la pobreza”.
Para dar datos, en 2005, la ONG Transparencia Internacional (hace un ranking de los países más corruptos,
goza de confianza internacional, y si sirve de algo, de la mía, jeje) publicó que de media, cada hogar
camerunés tuvo que gastar 102 500 CFA (156 euros, el equivalente de 2 o 3 sueldos mensuales, depende)
en corrupción. Dicha ONG ha concedido el honor de ser dos veces el país con el índice de percepción de
corrupción más alto del mundo. En 2010, el puerto de Douala, era el puerto mercantil más corrupto del
mundo. Podría seguir….
Sin embargo, en un informe de “African Economic Outlook 2007” aparece un capítulo largo, neutro y
positivo sobre Camerún. Después de leerlo detenidamente parece que Camerún no es tan desastre como
lo pinta Tim Harford. Es más me asalta la duda sobre quién tiene razón… o… te asalta la duda de, después
de conocer la realidad de aquí, ¿estará el gobierno camerunés detrás de este informe? No cabe la menor
duda que ese informe es un lavado de cara.
Corrupción, qué bonito nombre tienes… ¡corrupción! bien conocida eres, ¡corrupción! llamada gombo,
bière, taxi, carburant, tchoko, incentivo…. Corrupción, irrumpes en nuestras vidas…
En todos los niveles de gobierno, los funcionarios son corruptos. De hecho, para conseguir plaza o ser
trasladado, debe estar "patrocinado o avalado” por un "padrino" que ya forme parte de la maquinaria.

4. Boletín Oficial desde Camerún. Núm. 9 “La corrupción en Camerún” 4
Ejemplos de la vida cotidiana:
Control de los agentes de policía de policía, a todas horas, en todos lados. Buscan cualquier excusa
conseguir un “incentivo”.
Incluso en algunos bancos (me lo han contado) hay que pagar una comisión ilegal para obtener dinero de
sus cuentas de ahorro…
Para la identificación y Estado Civil: además de los honorarios de abogados, los "gastos extras" son
necesarios: fotografía, sello...
Los sectores más corruptos
En la encuesta del Barómetro Global de la Corrupción 2003 (Transparencia Internacional), los sectores más
corruptos de Camerún son: Aduanas y la policía. A día de hoy, sigue igual o peor.
En la misma encuesta, en respuesta a la pregunta "¿si se pudiera eliminar la corrupción en una de las
siguientes instituciones, cuáles serían sus opciones?” 31%: el poder judicial 14%: la policía.
Encontronazo en primera persona
Bueno, en esta parte, mi “encontronazo” más fuerte con la corrupción. Controles de policía y militares son
habituales, ya te acostumbras, lo normalizas. Lo esperas de ellos.
Sin embargo, ha sido en “correos” donde he tenido los peores momentos hasta ahora con este tema.
El asunto del envío de un paquete viene de meses atrás, hace unos 3… la familia envió un paquete a través
de correos el 28 de noviembre. “En dos semanas está”. Habían pasado tres… cuatro… no se sabía nada.
El sistema de correos de Camerún es altamente interesante:
Hay dos lugares a los que puede llegar “la poste central” o “Colis Postaux”. ¿A cuál llegará el
mío? Todo un misterio. Si llega a la Poste central, primero tengo que ir al apartado postal del
hospital, que está relativamente cerca a pie de dicho lugar. Y si llega al otro lado, está un
poco alejado y no es un sitio demasiado agradable…
Antes de nada, destriparé el final y diré que el desenlace es bonito, tengo mis cosas, coloco fotos en el
texto para que sea más liviano de leer.

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Mediados de diciembre:
Empieza mi PRIMERA peregrinación, salir en el horario de trabajo, bajar la cuesta del mal de mi barrio, taxi
colectivo al centro.
Primera parada: “la procure” alias apartado de correos. Miro, no hay notificación de que haya paquete
alguno. Andando hasta la oficina de correos central (la Poste), por el camino, “eh, blanca, dame algo! Eh,
blanca, dame tu móvil! Eh blanca….”
Segunda parada: en la taquilla no hay constancia de paquetes de España, me pasan a la parte de atrás de
correos. De película. En cada despacho, 3 o 4 personas sin hacer nada y con cara de pocos amigos. No hay
constancia de paquetes españoles. Pido ver al director, digo que soy médico, que trabajo en un hospital y
que quiero una respuesta, pues no es normal un retraso así. El director me dice que llegará, que hay
mucho retraso y, que tengo que ir a “Colis Postaux”. Dejo mis datos por si llega el paquete.
Tercera parada: al lado de la estación de tren está la otra sucursal de correos (entre ellas no se coordinan).
De entrada, no me gusta por fuera el edificio… muy de película. Con el “culo prieto” y muy digna, entro.
Me pasan a la parte trasera, a la parte de
paquetes grandes. Pasillos sin luz, de película
africana, y no precisamente de Memorias de
áfrica, más de El último Rey de Escocia.
Almacén grande con miles de paquetes “el
mío se va a “perder” por el camino fijo…” es lo
primero que pienso. Una mujer sumamente
desagradable me atiende, con una chulería y
desprecio bestial, “no hay como dar poder a
un inepto”, vuelvo a pensar. Tarda 10 minutos
en mirarme a la cara y preguntarme qué
quiero. A todo esto, cuatro tipos mirándome
sin hacer nada, uno de ellos, cuando salgo,
está dormido.
No está el paquete, no hay constancia. Pregunto qué puede haber pasado, “pues que no ha llegado
todavía, está claro”. Me dicen que cruce el pasillo hasta el final, a la parte de paquetes más pequeños. Me
voy con sensación de que me están timando y mal sabor de boca.
Última sala, enfrente de aduana (donde hay cuatro tipos tirados). Esta última sala me da mejor impresión.
Hay un chico muy majo, el único amable que he encontrado. Inevitablemente, me hace sospechar… no
está el paquete. El chaval me dice que intente dar con el número del paquete o la factura. Le dejo mis
datos con recelo (y ahora sé que me equivocaba), quizá se presente en el hospital con algún familiar
enfermo, pidiendo entrada prioritaria. Imaginaros la situación para que estuviera tan “paranoica”.
Me voy. He invertido 3 horas desde que salgo hasta que llego al hospital… mi padre me envía escaneada la
factura, es de correos.

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3 de enero
Cargada de paciencia, vuelvo a reclamar mi paquete, con dos copias de la factura.
SEGUNDA PEREGRINACIÓN:
Apartado de correos, nada.
Correos central, con el número de paquete buscan si está, el director, que me reconoce del otro día, me
dice que no han llegado los paquetes de España, ya llegarán. Dejo la copia con los datos y me voy.
Voy a la otra delegación que me da tan mal rollo…. Llego, la misma mujer desagradable me atiende. Nada,
bordemente me dice que tenga paciencia.
Voy al final del pasillo. Está el chaval majo, “Silvia” me llama por mi nombre, se acuerda. Inevitablemente,
de quien menos debes desconfiar, desconfías. Le dejo la copia numerada, ve que es de Correos España, y
dice que esos paquetes llegan a esa delegación, que no me preocupe, que llegará.
Vuelvo al hospital, resignada. Esta vez, resignada, empiezo a darlo por perdido.
Mediados de enero
TERCERA PEREGRINACIÓN, ESTA VEZ EN COMPAÑIA
Lucia me acompaña. Como está todo en el centro, aprovecharemos después para hacer alguna compra.
Mismo recorrido. Lucía me mira diciendo, efectivamente, es de película. El problema es cuando llegamos al
último destino. La señora desagradable y prepotente que me había atendido las otras veces, nos mira,
tarda unos 5 minutos en atendernos y ni
corta ni perezosa me dice “son 2500 CFA
por mirar si ha llegado”, vamos, noto las
orejas rojas rojas, me controlo aunque me
encantaría….
Pedir 2500, si lo traduzco en España, es 4.5
€, pero es como pedir 35€.
Le respondo “¿2500 CFA por hacer su
trabajo? y no me garantiza que esté ni que
me vaya a dar una respuesta”. Me levanto,
Lucía me mira, está todavía desubicada,
como si estuviera en una peli, con
asombro, vuelve hacer la misma pregunta,
yo ya estaba en la puerta.

7. Boletín Oficial desde Camerún. Núm. 9 “La corrupción en Camerún” 7
Antes de irnos, uno de los cuatro que estaban durmiendo dijo “bueno, habrá que ayudar a esta hermana,
¿no?” Coge el cuaderno y mira. No está el paquete. Vamos al almacén del fondo, donde está el chaval
majo.
“Nada, no ha llegado nada de España desde hace un mes, llegará todo de golpe”
Todavía cabreada, salimos de allá, Lucía me mira, “vamos a darnos un capricho” y nos vamos a un
supermercado! “pequeñas cosas que alegran el día, me digo para auto convencerme, no sé si hoy servirá.”
Encuentro tónica schweppes de la rica rica!! Funciona, me encuentro mejor. No me lo creo, compro varios
botellines, me he ganado un cubata esta noche y otro capricho: ¡leche!
Vuelvo al hospital, Lucía se va directa a clases de italiano. Al llegar al barrio, encuentro a mi séquito de
amigos en el bar. Son las 15.30, “cervezaca para pasar el mal trago” me dicen, hago caso.
Papá Lucien (celador), Papá Jean (mantenimiento), Gabi (quirófano) y Jean Felix (laboratorio) me lían con
cervezas individuales de 650 ml…
Una, dos, puf, son las 5 de
la tarde… ¿otra más?
Aparece David, como
ángel de la guardia, se va
para casa y le voy a
acompañar, bueno, SE IBA,
para cuando me doy
cuenta, ya le han puesto
una cerveza en la mano y
yo voy a por la tercera…
Bendito país, ¿correos?
¿Quién se acuerda de
correos ahora?

8. Boletín Oficial desde Camerún. Núm. 9 “La corrupción en Camerún” 8
Tirando a finales de enero, no sé la fecha exacta.
Son las 9 de la mañana, estoy en el hospital, suena el móvil, no conozco el número pero me aventuro a
contestar.
Es el chaval majo de la delegación de correos que odio: ¡está el paquete! Llamo a la abuela para darle la
buena noticia, como una cría pequeña, voy a casa, me cambio, le llamo a David, hablo con Papá Jean, mi
séquito del bar se entera, todo el mundo contento. ¡Y yo más! No miro muy bien el dinero que cojo, ¡me
siento bien!
Ingenua de mi…. No sabía que lo peor estaba por llegar…
CUARTA PEREGRINACIÓN
Hago el camino con una sonrisa en la cara, nerviosa, con mis papeles en mano, incluida la autorización de
Cristina (directora del hospital) pues el paquete está a nombre de las dos. También he preparado un sobre
con un papel para el chaval majo, “vale por dos cervezas” y meto 1000 CFA (1.5 €) por la ayuda que me ha
ofrecido: “es de bien nacido, ser agradecido”.
Empieza el calvario, sin ser consciente
del poco dinero que llevo encima, me
costará más de una hora y cuarto
poder retirarlo... Llego, me atiende el
chico, hoy está más serio, hay llegado
todas las “cajas verdes” de correos
España y tienen bastante trabajo. Hay
paquetes con 2 meses de retraso…
Pensando que iba a ser cosa de 5
minutos, empieza la BURROCRACIA y
la corrupción se hace más patente
aún.
El chaval, el único honrado de aquel lugar, me da el paquete con el papel oficial de pago, vamos, el pago
del que nadie se escapa. Me asusto, ¿Cuánto es?, me doy cuenta de mi error por la emoción… hay que
pagar 3 euros, los tengo, pero, quitando lo que necesito para el taxi y el sobre del chaval, ¡me queda 1 euro
extra! Comienzan sudores fríos… “mente fría Silvia, mente fría”. Voy a hacer el pago…

9. Boletín Oficial desde Camerún. Núm. 9 “La corrupción en Camerún” 9
En la taquilla. A la mujer le cuesta… y no exagero, 20 minutos rellenar el papel. Todo son pegas, “aquí hay
dos personas que lo reciben, no entiendo, por qué hay dos y has venido tú sola, las cosas no se hacen así…”
empiezo a sulfurarme, última vez que recibo un paquete…. Le digo que Cristina es directora del hospital,
que no puede dejar su puesto por una cosa como esta. Entonces, empieza mi actuación, manteniéndome
en mis trece (y no sé aún cómo)…
“soy monja, ella es mi superiora, por eso está a nuestro nombre (…) no esperará que una directora
de hospital deje su puesto para recoger un paquete, he venido yo porque estoy de guardia
localizada, soy médico…” espero que sea la primera y última vez que tenga que decir esto. De
nuevo, ingenua de mi…
En el papel marca, “aduana, impuestos y gastos varios”, me hacen gracia los eufemismos. Mientras, la
mujer se sigue quejando, hago como ellos, miro a otro lado como si no fuera conmigo. Finalmente, previo
pago, me da el justificante.
Vuelvo donde el chaval majo, estoy un poco cansada y derrotada, me quiero ir a casa y abrir el paquete!!
Le entrego el justificante de pago, me entrega el paquete y… cuando ya casi era feliz del todo…. “tienes que
pasar por aduana”…. Se me cae el mundo a los pies.
Aduana
Una mesa, cinco personas. El que aparentemente es el jefe, sin mirarme, dándome la espalda, me dice
“son 5000 CFA” (7,50€, como si pido en España 50...).
Entre cabreo, rabia y resignación, entro en su juego, decido actuar: me hago la víctima.
“si acabo de pagar, estaba puesto aduana…. ¿Dónde está escrito este nuevo pago?...
¡registrarme, no tengo nada! (lo peor, es que es cierto)… soy monja, mi congregación me da el
dinero justo… acabo de pagar (enseño el recibo)… les digo que no me parece normal… no hay
nada dentro, sólo libros y cartas…” la verdad es que me siento desamparada, cinco tiarrones
que me miran como si aquello no fuera con ellos. Situación poco agradable.
Sigo:
“No puedo pagar, os apañáis con la persona a la que le he pagado” (se revuelven incómodos), tras diez
minutos, deciden abrir el paquete. Se sorprenden porque digo la verdad, aparece el fotogramas con la cara
de Gandalf (estreno de El Hobbit), sobres, libros… hay dos paquetes en el interior.

10. Boletín Oficial desde Camerún. Núm. 9 “La corrupción en Camerún” 10
Me hacen esperar 10 minutos más. Mientras, uno de ellos…
“- ¿por qué no llevas el hábito? - Soy novicia, debería llevar cofia pero hace demasiado
calor. - Ah… ¿me das tu número? (no tienen remedio…) - Es el de la congregación,
¿realmente quieres hablar con mi superiora? – Eh… No, mejor déjalo”
Firmo, cojo el paquete sin haber pagado nada, me tiemblan las piernas, paso por donde el chaval amable,
con disimulo, le doy el sobre, salgo y voy a por un taxi colectivo.
Me siento muy mal, no me apetece ni abrir el paquete, estoy cabreada por haber entrado en el juego de la
corrupción, espiral nada agradable que te obliga a mentir y a comportarte de una manera… de la que no te
sientes orgulloso.
Llego a la parte baja de la colina de mi
barrio, donde se cogen los taxis ilegales
para subir al hospital: Conductor + dos
personas delante + 4 personas detrás.
Soy la primera en llegar, tengo que
esperar a que se llene el coche
destartalado.
Miro el reloj, calculo, me ha costado 2
horas todo, no me lo creo, qué mal rato.
Tengo la caja en las piernas, ¡lo que ha
costado!.
Llamo a mi padre, le cuento la historia, con mejor semblante y talante de como estaba en realidad… estoy
tan cabreada, me siento tan timada… que no quiero abrir el paquete.
Lo dejo en casa y me voy a hospital a comer con Lucía. Le cuento todo con pelos y señales “¡qué mal rato!”
Cuando vuelvo a casa, por la tarde, veo todo de otro color… sonrío al ver el paquete en el porche de casa,
después de una siesta lo abro, sonrisas y alegría, no hay restos de mal humor.
Aparece una carta escrita por mi abuelo! Qué gusto de letra! Hacía años que no recibía una carta!
Aparecen unos pañuelos preciosos para la pared de casa, unos regalos de mi madre para las monjas y… un
delantal para David!!!
Libros y dos revistas de fotogramas! Ha merecido la pena todo el calvario.

11. Boletín Oficial desde Camerún. Núm. 9 “La corrupción en Camerún” 11
David con el delantal, como un crío con un juguete nuevo, no se lo quita. Con todas las cosas en casa,
decoración nueva incluida con los pañuelos, ¿Quién se acuerda de la corrupción ahora?