La teoría de la burocracia surgió en 1940 como una crítica a las teorías clásica y de las relaciones humanas. Se caracteriza por rechazar principios universales de administración, comunicaciones formales, normas legales, impersonalidad, jerarquía de autoridad y rutinas. Tiene ventajas como la racionalidad y precisión pero también críticas como el exceso de formalismo y apego a reglamentos.