La incidencia de contacto se refiere a la frecuencia con la que ocurren interacciones entre individuos. Las tasas de contacto afectan la propagación de enfermedades infecciosas, ya que un contacto más frecuente entre las personas aumenta las posibilidades de transmisión. Los modelos epidemiológicos intentan cuantificar la incidencia de contacto para comprender mejor la dinámica de las enfermedades contagiosas.