1. La Asertividad
Si todos aprendiésemos a decir las cosas en un tono
cordial, respetando nuestras emociones sin cometer
reproches y ofensas con nuestro compañero, el
bienestar emocional sería alcanzado por ambas partes.
No es lo mismo decir "no quiero saber nada más de ti"
que decir "siento que no nos entendemos, cada uno
tiene sus motivos, por lo que quizás seremos felices si
seguimos el camino por separado".
"ante un ataque, una defensa. Ante una palabra hiriente,
una reflexión"
2.
3. La Ira
"Mi carácter
impulsivo me
hacía estallar en
cólera a la menor
provocación. La
mayor parte de las
veces, después de
uno de estos
incidentes, me
sentía
avergonzado y me
esforzaba en
consolar a quién
había herido o dañado.
Un buen día un psicólogo apareció en mi camino. Me
vio dando mis acostumbradas excusas tras una
explosión de ira de las buenas. Me paró y me entregó
un papel liso, y entonces me dijo con autoridad y
aserción: -"¡arrúgalo!"-
Sin salir aún de mí asombro pero sintiendo una
profunda simpatía por la ternura de su rostro, obedecí
e hice una bola con el papel que me había entregado.
Luego, me dijo: -"Ahora, intenta dejar este papel
como yo te lo di, liso y sin ninguna arruga..."-
4. Como ya pueden suponer, no pude dejarlo como
estaba. Por más que lo intenté, el papel ya estaba
estropeado y lleno de arrugas.
Entonces él me dijo:
"El corazón de cada persona es como ese papel. La
impresión que dejas en ese corazón que lastimaste,
será tan difícil de borrar como las arrugas de este
papel.
Por impulso e inconsciencia, no nos controlamos y sin
pensar arrojamos de forma áspera, como víbora
expulsando su veneno, palabras llenas de odio y
rencor. Luego, cuando pensamos sobre ello y a
nuestra alma acude el recuerdo de nuestro acto, nos
arrepentimos.
Pero no podemos dar marcha atrás, no podemos
desandar lo andado, borrar lo que ya quedó grabado.
Y lo más triste de todo, es que inconscientemente
vamos dejando "arrugas" en muchos corazones a los
que sólo deberíamos Amar.
5. Así que, desde hoy, cuando sientas deseos de
estallar recuerda en forma de imagen y con un
sentimiento de Amor al pobre "papel arrugado".
"Somos esclavos de nuestras palabras y dueños
de nuestros silencios".
Que tus palabras sean más importantes que el
silencio que rompes
6. Sí, HABLAR es fácil, pero CALLAR requiere prudencia y
dominio.
EL ARTE DE HABLAR
HABLAR oportunamente, es acierto.
HABLAR frente al enemigo, es civismo.
HABLAR ante la injusticia, es valentía.
HABLAR para rectificar, es un deber.
HABLAR para defender, es compasión.
HABLAR ante un dolor, es consolar.
HABLAR para ayudar a otros, es caridad.
HABLAR con sinceridad, es rectitud.
HABLAR de si mismo, es vanidad.
HABLAR restituyéndote fama, es honradez.
HABLAR disipando falsos, es conciencia.
HABLAR de defectos, es lastimar.
HABLAR debiendo callar, es necedad.
HABLAR por hablar, es tontería.