Ahora que necesitamos más que nunca consumir productos locales, dejo esta anécdota, para dejar en claro que nuestros modelos deben ser únicos y basados en nuestras necesidades y cultura.
LA CENA DEL SEÑOR UN ESTUDIO BIBLICO PARA LA IGLESIA DE CRISTO
Máquina premiada inútil para México
1. En su libro “México Tierra de
Volcanes”, JOSEPH H. L.
SCHLARMAN, quien es el
autor, en su prólogo relata
cómo Monseñor Gillow ,
último obispo y primer
arzobispo de Antequera,
había heredado la “máquina
agrícola más moderna” y la
introdujo en su hacienda, en
México.
2. El Padre Gillow la compró en 1876, y
esa máquina había ganado la medalla
de oro en la Exposición Mundial de
Filadelfia. Una vez instalada en la
Hacienda de Chautla la máquina
nunca funcionó y fue almacenada.
Algunos años después llegaron a
nuestro país unos turistas
norteamericanos, y algunos de
ellos visitaron la hacienda del
Padre, entre ellos se encontraba
un fabricante de desgranadoras y
sorprendido al ver que no
funcionara se ofreció a revisarla.
3. Finalmente el fabricante se dio
cuenta de que el grano que se
daba en México era más grueso
que el de Estados Unidos y por
esa razón no pasaba por los
rodillos.
A la hora de la comida Monseñor
Gillow estaba muy contento. Iba
a dar una lección para toda la
vida a todos aquellos turistas
americanos que creen poder
juzgar a México por los modelos
de los Estados Unidos.
4. “Caballeros –dijo-, no
todo lo que sirve en los
Estados Unidos da resultado
en México. Yo regalaré esta
desgranadora al Smithsonian
Institute (centro de educación
e investigación que posee
además un complejo de
museos asociado) ,con tal que
ustedes pongan sobre la
máquina un rótulo que diga
en letras grandes:
“ESTA MÁQUINA, PREMIADA
CON MEDALLA DE ORO EN LA
EXPOSICIÓN DE FILADELFIA,
RESULTA ENTERAMENTE
INÚTIL PARA MÉXICO”