HOJA DEL CATEQUISTA. DOMINGO DE RESURRECCIÓN. CICLO A. DIA 16 DE ABRIL DEL 2017
1. HOJA DOMINICAL DE CATEQUESIS
PARROQUIA DE SAN DIEGO
Avda.de San Diego, 61.28053-
Madrid
DOMINGO DE PASCUA DE
RESURRECCIÓN. Ciclo A.
Día 16 de abril del 2017
“Éste es el día en que actuó el
Señor;
sea nuestra alegría y nuestro gozo”
¡ALELUYA, ALELUYA,
ES LA FIESTA DEL SEÑOR!
Sí, es su fiesta y NUESTRA fiesta. Hermanos: podemos felicitarnos de
corazón. ¡DIOS DA LA RAZÓN A JESÚS! Su forma de vida es agradable a
Dios. El Crucificado es el que ha resucitado, vive en Dios y en medio de
nosotros, aunque de forma distinta, con su cuerpo glorioso. “Entregar
la vida por amor” es considerado por Dios como la obra suprema y
máxima. ¡Qué mensaje más estupendo el de esta fiesta!
Pero a NOSOTROS también nos atañe profundamente esta fiesta:
estamos LLAMADOS A VIVIR la misma suerte de Jesús, si vivimos a su
estilo. Dios, pues, no engaña. Ésta es nuestra convicción.
HOY es el GRAN DÍA de nuestra FE. Preparémonos a celebrarlo a lo
largo de toda la PASCUA. Y... ¡dichosos quienes acogen al DIOS de la
VIDA!
Hermanos, ¡Feliz Pascua! Porque Cristo ha resucitado tiene sentido
nuestra fe. Ahora, sin embargo, es el tiempo de vivir como hijos de un
mismo Dios. Ojalá nada ni nadie pueda ya enturbiar nuestra vivencia
profunda de la muerte y resurrección del Señor. Somos llamados a
vivir en fraternidad y a ser testimonio del amor infinito de Dios. ¡Feliz
día de Pascua!
¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN
Lectura de los Hechos de los apóstoles 10, 34a.37-43
Pedro, tomando la palabra, dijo: «Ustedes ya saben qué ha ocurrido en toda
Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicaba Juan: cómo
Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo, llenándolo de poder. El pasó
haciendo el bien y curando a todos los que habían caído en poder del demonio,
porque Dios estaba con él.
Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en el país de los judíos y en
Jerusalén. Y ellos lo mataron, suspendiéndolo de un patíbulo. Pero Dios lo
resucitó al tercer día y le concedió que se manifestara, no a todo el pueblo, sino a
testigos elegidos de antemano por Dios: a nosotros, que comimos y bebimos con
él, después de su resurrección.
Y nos envió a predicar al pueblo, y a atestiguar que él fue constituido por Dios
Juez de vivos y muertos. Todos los profetas dan testimonio de él, declarando que
los que creen en él reciben el perdón de los pecados, en virtud de su Nombre.»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 117, 1-2. 16-17. 22-23
R. Este es el día que hizo el Señor: alegrémonos y
regocijémonos en él.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 20, 1-9
El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba
oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había
sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro
discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro
al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los
dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro
y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo,
aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró
en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y también el sudario que
había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino
enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que
había llegado antes al sepulcro: él vio y creyó. Todavía no habían
comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los
muertos.
Palabra del Señor.
2. RECURSO PARA EL CATEQUISTA
El sacerdote o el guía, que va a comenzar a hablar, se siente interrumpido por esa
persona que está delante de. Intenta seguir hablando pero no puede más y le
pregunta:
GUÍA: Disculpe señor, pero ¿me puede decir qué está haciendo con esa cosa tan
grande, quiere que la lleve a la sacristía?
SEÑOR: No, no, gracias, no me molesta
GUÍA: Pero es que tal vez molesta a los demás.
SEÑOR: No, no, mire no molesto, (se da vuelta a ambos lados y pregunta) ¿A usted lo
molesto? ….ve, no molesta.
GUÍA: Bueno, pero en la misa no lo va a necesitar, así que por qué no me lo da y yo
se lo guardo.
SEÑOR: Justamente, lo necesito para la misa.
GUÍA: Le vuelvo a repetir que no lo necesita en la misa.
SEÑOR: Y yo le vuelvo a decir que sí, que es importantísimo para la misa justamente.
GUÍA: A ver, dígame por qué
SEÑOR: Bueno, para verlo a Jesús,
GUIA: ¿A Jesús? ¿Y de dónde sacó esa idea tan rara?
SEÑOR: ¡Rara nada! Porque yo escuché eso de que si siempre nos estamos mirando
al espejo sólo nos vemos a nosotros y nos preocupamos por si estamos lindos o feos,
pero si miramos a través de un espejo roto miramos lo que Jesús ve, a los demás,
entonces pensé, que si el espejo era muy grande, hoy que festejamos que Jesús
resucitó, tal vez lo puedo ver a Él.
GUÍA: Ah, mire, tiene razón. Con los chicos estamos aprendiendo a mirar a los
demás, y, sabe una cosa, a ver, dígame, ¿dónde está Jesús resucitado ahora?
SEÑOR: ¿En el cielo?
Guía: SÍ, ¿pero desde dónde más nos puede hacer mirar con su mirada?
SEÑOR: Eeeeeeee, no se.
GUÍA: A ver chicos, ¿dónde está Jesús ahora?, ¿dónde le gusta vivir?
CHICOS: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡En el corazón!!!!!!!!!
GUÍA: Ha visto. Jesús está en todos los corazones de los que creen el Él, así que no
necesita un espejo tan grande, sólo con mirar a los demás podemos encontrar a
Jesús.
SEÑOR: ¿Seguro, está en todos? ¿Está en mi?
GUÍA: Está en cada corazón que lo quiera, en el que se deja contagiar por su amor.
SEÑOR: ¿Y cómo me contagio si para contagiarse de alguien hay que estar cerca?
GUÍA: Eso, eso mismo, estando muy cerca nos contagiamos. Y como Jesús está en la
Palabra, hay que leerla y comiendo de la misma mesa también nos contagiamos su
amor, en la Eucaristía. Y sobre todo, estando muy cerca de los demás que tienen a
Jesús en su corazón.
SEÑOR: Entonces puede comenzar Padre, que vamos a estar muy atentos para ver a
Jesús en esta misa.
DIDACHE (DIDAJÉ) -FINAL-
CAPITULO 14
14:1 En el día del Señor reuníos y romped el pan y haced la Eucaristía, después de
haber confesado vuestros pecados, a fin de que vuestro sacrificio sea puro.
14:2 Todo el que tenga disensión con su compañero, no se junte con vosotros hasta
que no se hayan reconciliado, para que no sea profanado vuestro sacrificio.
14:3 Este es el sacrificio del que dijo el Señor: “En todo lugar y tiempo se me ofrece
un sacrificio puro: porque yo soy el gran Rey, dice el Señor, y mi nombre es
admirable entre las naciones”
CAPITULO 15
15:1 Elegid obispos y diáconos dignos del Señor. hombres mansos, no amantes del
dinero, sinceros y probados; porque también ellos os sirven a vosotros en el
ministerio de los profetas y maestros.
15:2 No los despreciéis, ya que tienen entre vosotros el mismo honor que los
profetas y maestros
15:3 Repréndanse unos a otros, no con ira sino pacíficamente, como lo manda el
Evangelio; y, no dejes que nadie hable a nadie que actúe desordenadamente
referente al prójimo, ni le dejes escuchar de ti hasta que se arrepienta.
15:4 Que tus oraciones y alma y todas tus obras hagan como lo manda el Evangelio
de nuestro Señor.
CAPITULO 16
16:1 Vigilad sobre vuestra vida. No se apaguen vuestras linternas, y no dejen de estar
ceñidos vuestros lomos, sino estad preparados, pues no sabéis la hora en que vendrá
nuestro Señor.
16:2 Reuníos con frecuencia, buscando lo que conviene a vuestras almas, pues de
nada os servirá todo el tiempo en que habéis creído si no consumáis vuestra
perfección en el último momento.
16:3 En los últimos días se multiplicarán los falsos profetas y los corruptores, y las
ovejas se convertirán en lobos, y el amor se convertirá en odio.
16:4 En efecto, al crecer la iniquidad, los hombres se odiarán entre si, y se
perseguirán y se traicionarán: entonces aparecerá el extraviador del mundo, como
hijo de Dios, y hará señales y prodigios, y la tierra será entregada en sus manos, y
cometerá iniquidades como no se han cometido desde siglos.
16:5 Entonces la creación de los hombres entrará en la conflagración de la prueba, y
muchos se escandalizarán y perecerán. Pero los que perseveren en su fe serán
salvados por el mismo que había sido maldecido.
16:6 Entonces aparecerán las señales auténticas: en primer lugar el signo de la
abertura del cielo, luego el del sonido de trompeta, en tercer lugar, la resurrección
de los muertos.
16:7 Como está dicho: “Vendrá el Señor y todos los santos con El (Zac 14, 5).
16:8 Entonces el mundo verá al Señor viniendo de entre las nubes del cielo.