2. El tacto
Mediante el tacto percibimos la rugosidad de una nuez,
el frío del hielo o el dolor al pincharnos.
El órgano del tacto es la piel. A través de la piel
apreciamos si los objetos son suaves o ásperos, lisos o
rugosos, el frío o el calor, el dolor, etc. Podemos notar
estas sensaciones en todo el cuerpo, aunque hay zonas
de mayor sensibilidad, como la yema de los dedos.