1. SOLUCIÓN_Texto discontinuo2_GRÁFICA ASL
El ser humano está compuesto aproximadamente en un 60% por agua.
De la misma forma, la mayor parte del planeta en el que vivimos está
cubierto por agua, concretamente en sus ¾ partes de superficie (el
74%, aproximadamente 1400 trillones de litros). Es por esto por lo que
se le llama a la Tierra el Planeta Azul, porque la hidrosfera o conjunto
de masas de agua es la más visible. Esta hidrosfera está formada por
océanos y aguas continentales.
El 97% del total del agua del planeta es salada o marina, y se clasifica en
océanos (que son grandes extensiones de agua salada y hay cinco:
Pacífico, Atlántico, Índico, Glacial Ártico y Glacial Antártico); y mares (que
son la continuación de los océanos en las zonas más próximas a los
continentes). El 3% de agua restante es dulce y no sólo la encontramos en
estado líquido sino que también existe en estado sólido y gaseoso.
El total de agua dulce no siempre es visible a nuestros ojos porque no
toda está en la superficie, aunque sí la mayoría. El 79% del agua dulce
se encuentra en estado sólido en forma de nieve y hielo, por ejemplo
formando ríos de hielo llamados glaciares, que se suelen concentrar en
las zonas polares (Círculo Polar Ártico y Antártico). Del agua dulce
restante, otro 1% es superficial y un 20% es subterránea. Este agua
procede de la lluvia, ríos o arroyos, y se filtra a través de la tierra hasta
alcanzar una capa impermeable en la que forma un acuífero.
El 1% de agua superficial restante está muy repartida.
Mayoritariamente la encontramos en lagos (50%), que son masas
de agua dulce de gran profundidad y extensión. También está
presente en un 38% en la humedad del suelo, y en un 10% en la
humedad atmosférica (que es cuando el agua está en estado
gaseoso condensada en nubes de vapor de agua que descargarán
en forma de precipitaciones). Del porcentaje restante, un 1% está
disponible en las plantas y el otro 1% representa el agua de los
ríos.
A pesar de la gran abundancia de agua en nuestro planeta, no debemos
confiarnos. El agua no se encuentra en todas partes con la misma
abundancia, ni tampoco en las mismas condiciones ya que los humanos
en ocasiones atentamos contra esta riqueza y la contaminamos.