Un niño de 5 años estuvo dispuesto a dar su sangre para salvar a su hermana que padecía una enfermedad extraña. Aunque pensaba que daría toda su sangre y moriría, se la dio porque la amaba. La transfusión fue exitosa y la niña se recuperó mientras que el niño se dio cuenta de que no moriría.

1. Universidad San Pedro
II_A
Borja Sifuentes Ana Maria
Bautista valerio enma marina
Prof: Miluska Rivas
Anita_love_94
Camila_libra_92
Supe _Barranca
2012

2. Te Ofrezco Mi Vida
Hace muchos años, cuando trabajaba como
voluntario en un hospital de Stamford
conocí a una niña llamada Liz que sufría
una extraña enfermedad. Y su única
oportunidad de recuperarse aparentemente
mente era una transfusión de sangre de su
hermano de 5 años, pues ese había
sobrevivido milagrosamente a la misma y
había desarrollado los anticuerpos
necesarios para combatirla .

3. El doctor explico la situación al hermanito de la
niña, y le pregunto si estaría dispuesto a dar su
sangre a su hermana. El niño abrió los ojos
desmesuradamente solo un momento antes de
dar un gran suspiro y decidir
_ Sí, claro que lo hare con gusto, si eso salva a Liz

4. Mientras la transfusión continuaba él estaba
acostado en una cama al lado de su
hermanita sonriente y feliz mientras
nosotros lo asistíamos a el y a su hermana
y veíamos retornar el color a las mejillas
de la niña.

5. Entonces la cara del niño se puso parida y su
sonrisa desapareció.
El miro al doctor y le pregunto con voz
temblorosa:
_¿A que hora empezaré a morir?
Siendo solo un niño, no había comprendido al
doctor; él pensaba que le daría toda su sangre a
su hermanita, y que luego moriría. Y aun así se
la daba, porque de veras la amaba.

6. Reflexión :
El amor puede demostrarse de muchas maneras.
Los seres humanos perciben mejor el efecto por
medio del tacto, y el contacto físico es sin duda
una forma maravillosa de expresar amor.
Hablar, escuchar, compartir una comida, hacer
una caminata junto al anochecer, escuchar
música con personas queridas, son también
modos de demostrar cariño que, sin
embargo, es fácil perder de vista entre las
presiones de la vida contemporánea.