1. Elvira Ramírez Domínguez, Ana Santiago Stgo y Laura Alondra
Silva Hdz 1ª A
3/SEPTIEMBRE/2012
Cuenta la leyenda que en un antiguo pueblo aborigen, asentado a orillas del Río Viejo, existió una
Hermosa mujer, esposa del Cacique principal. Se decía que esta mujer, de proceder extraño y
misterioso, acostumbraba ir todos los viernes a un determinado lugar del río, llevando abundantes
alimentos, aves ricamente preparadas y sabrosas bebidas. La leyenda sigue diciendo que uno de
los servidores del cacique, extrañado por el comportamiento de la mujer, determinó seguirla a
prudente distancia. Lo que vio ese día lo aterró tanto que echó a correr y fue a contárselo a su
señor. El cacique no Dijo nada a su mujer fingiendo ignorar. El siguiente viernes, la siguió
confirmando lo que le dijera Su servidor. Vio, según la leyenda, que sentada en una piedra junto al
río, golpeaba con su mano el agua, emergiendo impetuosamente al llamado una inmensa
serpiente que tenía su cueva en el Mismo río. El terrible reptil, posaba su inmensa cabeza en las
bellas piernas de la mujer y una vez alimentada, serpiente y mujer se entregaba al placer sexual.
El indignado esposo mató a la infiel Mujer. La enfurecida serpiente agitó las aguas del río y su
corriente destruyó el milenario pueblo. Según la leyenda, los sobrevivientes reconstruyeron su
Pueblo, el cual dieron por llamar Cihua Coatl, que en lengua náhuatl significa Mujer Serpiente. Y
desde entonces, en la antiquísima región de Sébaco se adoró como divinidad ala mujer serpiente,
gran diosa de pueblos de Mesoamérica, adorada por los nahoas o nahuas.