El documento hace un llamado emocional para unirse contra la guerra en Irak, describiendo el sufrimiento que causa a las familias y niños. Usa preguntas retóricas para invocar empatía por las víctimas y cuestiona las motivaciones del expresidente Bush para iniciar la guerra. Finalmente pide rezar por la paz y reenviar el mensaje para crear conciencia sobre los costos humanos de la guerra.