2. En tiempos muy antiguos, sólo podía saberse la hora por la observación
del sol. Las horas nocturnas no se contabilizaban pues casi ninguna
actividad tenía lugar durante ellas, y las que se realizaban, requerían de una
cantidad indefinida de tiempo, por lo que no era necesario llevar la cuenta.
Sólo los estudiosos del cielo podían medir las horas nocturnas por la
revolución de la bóveda celeste. Posteriormente vinieron los relojes de sol,
que otorgaban una medición más precisa, y para poder medir la hora del día
sin depender del sol, se crearon los relojes de arena y los de agua.
3. Se cree que los grandes relojes de pesas y ruedas fueron
inventados en Occidente por el monje benedictino Gerberto (Papa,
con el nombre de Silvestre II, hacia finales del siglo X) aunque ya
con alguna anterioridad se conocían en el Imperio bizantino.
Sin embargo, no consta su aplicación a monumentos públicos (salvo
en el interior de los monasterios) hasta los primeros años del siglo
XIV.
4. Los primeros relojes mecánicos europeos
podrían haber surgido como simplificaciones de
unos sofisticados mecanismos utilizados para
cálculos astronómicos en la Baja Edad Media. El
antepasado directo de estas calculadoras podría
ser el complejo mecanismo de Anticitera, datado
entre el 150 y el 100 A.C.
5. Lo mas probable es que el reloj siga evolucionando
como ya lo hemos visto cada vez lo hace mas portable,
mas cómodo, y con mas tecnología integrada, tanto que
tal vez el reloj en un futuro el reloj va a ser un aparto
tecnológico para hacer muchas cosas excepto ver la
hora…