6. Después de la zorra que dejaste, canaliza la yerba (así, con Y) a través del papelillo y pasa suavemente tu baba por la orilla que tiene pegamento...
7. Envuelve suavemente el papelillo y forma un volumen tubular que contenga tan preciado elemento. Después sécate ese gusto a cagada que tiene el pegamento de los papelillos de arroz que compraste.
8. Posiciona el hermoso pitillo en el hocico.. ¡ora sí! listo para quemar y disfrutar...
9. Enciende despacio y aspira profundo.... Aaahhh!!! Hisp...hisp...hisp....hisp....ahhhhhh!
10. Trata de no quemarte el hocico... Y aspira profundo... hisp...hisp..
11. Pégate una tocada enorme, ¡¡¡Qué tus alvéolos se inunden de tan agraciado elixir de vida...!!!
13. Es el momento de comerte un chocolatito oscuro, o de coger, o de hacer lo que más te guste.
14. Pero, ¡Aguas! Con el exceso en fumadas... La yerba te puede hacer ver y oír cosas que no son reales... Cómo este nado sobre un mar de yerba. ¡Íren, soy Michel Phelps!
16. O compartir la sensación de vacío de Hugo Cordova, creer las versiones de Ugalde sobre lo que pasó en las elecciones de 2006, divertirse en compañía de J.A. Ibinarriaga o Eduardo Guerrero, creer en la selección nacional…
17. O a encontrar sentido en los artículos de Ricardo Raphael, ver guapo al Giorgio Romero, o sentir que miasmas como Andrés Lajous o Mario Ojeda son simpáticos, etc, etc.