1. En la semana santa de 1996 Cesare
Bisognin, de 19 años, vio coronada su
vocación sacerdotal antes de morir. Había
terminado su primer año de teología en el
seminario de Torino, pero sufrió una
enfermedad incurable; pidiéndole al
arzobispo local, la gracia de la ordenación
que concedió en forma extraordinaria.
En abril de 1997, el sacerdote
peruano Juan Julio Wicht, fue
distinguido con el premio nacional de
Derechos Humanos de Perú, por su
decisión de permanecer hasta el final
con los demás secuestrados de la
embajada de Japón en ese país,
retenidos por un comando armado del
movimiento revolucionario Túpac
Amaru.
La prestigiosa universidad franciscana
de Steubenville, Ohio, otorgó su más
alto reconocimiento a la hermana Peter
Claver Fahy, por dedicar 70 de sus 99
años de vida al cuidado de los pobres,
los prisioneros y rechazados del
mundo.