La silla con tapones de champagne fue diseñada en 1929 por Mies Van der Rohe y Lilly Reich en Alemania como parte de la reconstrucción después de la Primera Guerra Mundial. En 1953, la marca Knoll compró la licencia y desarrolló una mesa auxiliar y otomana que siguen siendo populares hoy. Aunque se pretendía que fuese accesible para la clase media, en realidad resultó ser una silla cara dirigida a un público con poder adquisitivo debido a su alto coste.