2. Decir que el avance de la tecnología es
increíblemente rápido no es nada nuevo. Ya
estamos acostumbrados a esta realidad y no
nos sorprendemos con la cantidad de
novedades que surgen cada día. Sin
embargo, el constante lanzamiento de
nuevos productos, plataformas y conceptos
crea una serie de posibilidades y
necesidades hasta entonces inexistentes en
nuestras vidas.
3. Según un video interactivo sobre la investigación, en
2025 podríamos vivir bajo las siguientes características:
No hará falta ir al hospital, porque podremos
monitorizar nuestro estado de salud desde casa, e
incluso imprimir medicamentos personalizados por el
médico en una impresora 3D.
4. Tampoco habrá oficinas ni horarios fijos de trabajo.
La movilidad y la colaboración definirán el empleo. Los
puntos de conexión estarán en todas partes. Se llevará
el “súper crowdsourcing” para sacar adelante grandes
proyectos en tiempo récord. Hologramas y avatares
serán herramientas de trabajo.
5. Todo en las casas estará tecnificado: desde
frigoríficos que nos dicen cuánta leche queda hasta
recreaciones virtuales de un amanecer en el campo,
pasando por el control del consumo energético.
r en el campo, pasando por el control del consumo energético.
6. Debajo de nuestra piel también habrá tecnología:
sensores en el cuerpo y en los gadgets miniaturizados
recogerán nuestro estado vital, como si lleváramos un
médico en el bolsillo. También recogerán experiencias
satisfactorias y las reproducirán para que podamos volver a
disfrutarlas. Y el propio cuerpo nos mandará mensajes o
correos: olvídense del iPhone, porque podremos tener el
teléfono dentro de la cabeza.
7. En las ciudades inteligentes, la información
también será abundante y fácilmente
accesible