1. La Taquilla Página 17 Enero-Abril 2009 Año III Número V
En el camino al planeta desconocido nos encontramos con otros
viajeros perdidos y sin rumbo, algunos planetas desiertos y otros con
avanzadas tecnologías. A mitad del camino hicimos escala en un satélite de
pequeñas dimensiones para repostar energía. Aprovechamos la parada,
chequeamos el satélite y montamos una base de comunicaciones con la que
enviar información a nuestro planeta. Al cabo de 10 días reemprendimos
nuestro viaje.
Tras veintiún días, pisamos suelo
desconocido. El planeta estaba desierto y
ofrecía a los visitantes abundante
vegetación, Según los humanos parecía
una réplica del antiguo planeta Tierra.
Tras el aterrizaje, montamos nuestros
equipos y comenzamos a explorarlo.
Durante varios días avanzamos por una
espesa vegetación sin encontrar nada que
nos llamara la atención, a excepción de una cueva larga y profunda en la que
nos adentramos. Durante el recorrido comenzaron a suceder cosas muy
extrañas y percibíamos que no estábamos solos en el interior de esa cueva,
Unos puntos blancos refulgentes, como ojos escrutadores suspendidos en el
aire, nos marcaban la senda que debíamos tomar. Unos metros más adelante
nos encontramos con una criatura, de apariencia monstruosa, que nos
informó de los peligros de la cueva y del tesoro que custodiaba y nos
advirtió que otros se habían quedado en el intento.
De repente desapareció. Seguimos
caminando con más alerta que antes, A
los 15 minutos, unos seres minúsculos
pero poderosos nos bloquearon el paso.
Eran los guardianes del hallazgo. Entes
agresivos que pretendían impedirnos el
paso. Los redujimos utilizando
somníferos.
Encontramos una gran sala,
presidida por una gran bola luminosa. Nos acercamos con cautela a
observarla de cerca. Cada uno de nosotros vio representada escenas de su
vida pasada y futura. En aquel instante comprendimos que aquel tesoro nos
mostraba el significado de nuestra existencia. Renovados mentalmente por
esta experiencia y asombrados, emprendimos el camino de vuelta
llevándonos la bola luminosa a nuestro planeta, 6-R2.
Nuestros científicos, junto a los investigadores humanos la estudiaron. Este
tesoro nos ayudaría a adelantarnos al futuro, a predecir futuros problemas
que amenazaran nuestra existencia y a ayudarnos a crear un mundo mejor
en el que vivir en paz y concordia.
José Delgado Vertedor 3ºC Jairo López Castillo 3º C