4. INTRODUCCIÓN
Durante los últimos años, asistimos a una evidente proliferación del número de teléfonos
móviles en los países desarrollados, y coon estos también aumenta la presencia de las
antenas encargadas de suplirles la cobertura de red necesaria para su correcto
funcionamiento.
Estos han facilitado en gran medida la vida de los/as ciudadanos/as, tanto doméstica
como laboral, social … Además de suponer un seguro en casos de accidente y facilitar la
actuación de equipos de rescate y las respuestas eficaces de los servicios sociales.
5.
Aunque la OMS, AECC, el Ministerio de Sanidad y Consumo, el CSIC o la OCU respaldan
distintos estudios que descartan esta posibilidad, actualmente vemos una fuerte marea
científico-ciudadana que asevera que las ondas emitidas por estos ingenios tienen efectos
adversos sobre la salud humana (también hay otra corriente que asegura que se trata de un
timo, y tal efectos no tienen lugar, basándose en los respaldos internacionales a los
estudios antes nombrados .Sin embargo, hay ciertas voces que enlazan tal corriente con
intereses de las multinacionales telefónicas).
Otros estudios certifican mareos y jaquecas, aunque un estudio específico de la universidad
de Zúrich lo desmiente. Siempre se ha de tener en cuenta la financiación privada de
muchos centros europeos, que lleva a veces a que se efectúen estudios poco objetivos (no
quiero con esto restar credibilidad a tal estudio).
6. EFECTOS RECOGIDOS EN
ALGUNOS ESTUDIOS
Estos aparatos emiten radiación electromagnética. Distintos experimentos sobre
animales y humanos no muestran efectos peligrosos, sin embargo, sobre tales
radiaciones, asegura en “The Body Electric” el científico Robert Becker que
provocan, entre otras manifestaciones:
Presión baja y pulso lento en sus primeros estadios.
Más alante, síndrome de estrés y presión alta.
En una fase posterior, dolores de cabeza, mareos, dolor ocular, insomnio, irritabilidad, ansiedad,
dolor de estómago, tensión nerviosa, falta de concentración, pérdida de cabello, aumento de la
probabilidad de padecer apendicitis, cataratas y problemas reproductivos.
En un estadio superior, pueden llegar a aparecer tumores y cánceres
A esto hemos de añadir crisis de agotamiento adrenal, bloqueo de arterias y
ataques al corazón.
La OMS, sin embargo, asegura no hallar pruebas concluyentes de la interrelación
entre tales radiaciones y la aparición del cáncer.
7. Otros efectos
Además de los ya mencionnados,
encontramos otro tipo de efectos que
reperciten sobre nuestra salud, como
son los que he recogido en las sigueintes
diapositivas
8. Al hablar por teléfono, estas ondas inciden
directamente sobre la masa encefálica,
provocando un aumento de los niveles de
glucosa en sangre en la zona, algo quie no
tiene, por lo estudfiado hasta el momento,
importantes efectos adversos sobre el
organismo, más allá de pequeñas jaquecas y
dolores, y mareos en casos extremos.
.
9.
10. Así mismo, estas ondas provocan con sus
choques un aumento de la temperatura de la
zona craneal. Hasta cierto punto, la circulación
sanguínea logra contrarrestar este aumento en
la zona encefálica, mas al no haber tales
niveles de circulación en las zonas oculares,
estas sí sufren un aumento efectivo de
temperatura, por lo cual, aquella persona que
se encuentre expuesta a las radiaciones
durante largo rato a estas radiaciones , se
encontraría más predispuesta a sufrir ciertas
afecciones oculares como cataratas o
problemas de visión
11.
12. Frente a las aseveraciones de las antes
nombradas instituciones, centros y
universidades que niegan
categóricamente la relación entre estas
emisiones y la aparición de cáncer
cerebral, se alzan no menos organismos
y centros que aseguran lo contrario, y
exponen como prueba lo siguiente:
13. Se han podido detectar aumentos de la
incidencia del cáncer en zonas cercanas
a localizaciones de estas antenas
14. Opinión y
conclusión.
Personalmente, creo que lo mas responsable, sin
duda, es prevenir e intentar minimizar lo máximo
posible la exposición , hasta que la comunidad
científica logre llegar a una conclusión definitiva.