5. El pasado es el tiempo ya vivido, que no existe más y
nunca más regresará, pero que le damos vigencia con
nuestros recuerdos. La elaboración mental del pasado
constituye la experiencia, la cual nos permite utilizar y
desarrollar en el presente nuestras actividades de una
forma más eficiente, debido a las habilidades
adquiridas.
Si recordamos el pasado y no nos olvidamos de él,
sabremos lo que funciona mejor y lo que no funciona,
adquiriendo de paso las habilidades y destrezas
suficientes para ejecutar nuestras labores.
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9. El tiempo presente es cada instante de
nuestra vida es el momento presente, el aquí
y el ahora, donde vivimos y actuamos. Si nos
fijamos en la gráfica anterior, el Hoy, el Aquí
y d Ahora, es decir el presente, lo
identificamos con la calavera porque
queremos significar que podemos morir' para
el pasado, que ya se fue, y convertimos
siempre en una persona nueva en el presente.
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13. El futuro es 'contingente', es
decir, que puede suceder o no.
Lo podemos construir con
la
visión
clara
de
lo
deseamos ser y hacer.
21. El tiempo es la dimensión a través de la cual
trascurre la vida. Disponemos de un lapso de
tiempo para vivir. ¡El único, no tenemos más!
Por lo tanto, hay que aprovecharlo lo mejor
posible para lograr los mejores resultados
con la máxima felicidad. Una vida exitosa se
construye con metas y objetivos concretos
para
ser
alcanzados
en
un
tiempo
prefijado, los cuales vamos periódicamente
controlando y adaptando a las nuevas
circunstancias e imprevistos.
22. En las empresas es todavía más necesaria
la planificación de sus actividades, en sintonía
con su misión, visión y objetivos, cuantificados
éstos en Tiempos pre-definidos. Las empresas,
como las personas, proyectan su vida en el tiempo
y lo toman como su aliado a través
del cual alcanzan sus propósitos y cumplen con su
misión. Las empresas, integradas por seres
humanos, deben planear sus actividades de
acuerdo con sus prioridades, teniendo siempre
presente no sólo sus propias expectativas sino las
de los seres humanos que las integran, pues, en
definitiva, son los que les dan su razón de ser.
23. Un profesional no necesariamente es aquel que estudia
una carrera universitaria y recibe el correspondiente
título académico.
El Profesional es aquel que ejecuta bien su actividad,
cualquiera que ésta sea, con resultados de calidad
y oportunidad (a tiempo).Para ejercitarse en su
actividad profesional, necesita de la observación, del
estudio y de muchísima práctica hasta convertirse en
experto. Debe, por lo tanto, planear las actividades que
propicien su desarrollo, trabajando sin descanso ni
desmayo en pos de éste. Adquiere maestría en el
tiempo si planea desde hoy las actividades y las ejecuta
en forma persistente y con ahínco hasta conseguir
excelencia en resultados.
24. A menudo se habla del estrés como un elemento negativo
olvidando que existe un estrés positivo y uno negativo.
EL ESTRÉS NEGATIVO: Es el que hace daño, el causante
de enfermedades, de ansiedad e infelicidad. Algunas veces,
la responsable del estrés negativo es una vida sin horizontes
ni metas, sin rumbo fijo ni un sitio a donde ir.
EL ESTRÉS POSITIVO: El estrés positivo es necesario para
nuestra buena salud mental, espiritual, intelectual y física. Es
aquel grado de tensión indispensable para permanecer
atentos y alertas a lo que hacemos y a lo que nos pasa.
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27. Es ese tiempo que percibimos como real a pesar de ser
inventado por nuestra mente. Adquiere realidad al
convertirse en expectativa o en recuerdo, según el
caso. Por ejemplo: el ayer como reminiscencia o
añoranza del pasado y el mañana como esperanza de
conseguir lo que ahora deseamos. Los traemos
al hoy (único tiempo real que disponemos), y en aquellos
(el ayer y el mañana) nos ponemos a vivir nuestras
vidas, como si fueran tiempos reales.
También se denomina tiempo psicológico a la brevedad
aparente
de
los
momentos
profundamente
placenteros, como por ejemplo una deliciosa luna de
miel, unas placenteras vacaciones o cuando realizamos
una labor de amor y el tiempo “vuela” sin damos cuenta.
28. Es el tiempo que regula el metabolismo de los seres vivos. Los
procesos biológicos se dan en el tiempo, desde el instante
mismo de la concepción hasta la muerte, pasando por todo el
proceso de crecimiento desde la niñez, la adolescencia, la
madurez y la vejez.
Este tiempo también es inexorable. No lo podemos
detener, aunque sí prolongar un poco más con la ayuda de la
ciencia médica que aumenta las expectativas de vida. Los
ritmos biológicos marcan los tiempos de la vida, los cuales
van creando sus expectativas de acuerdo con las edades, de
tal manera de tener un tiempo en que somos niños, otro en
que somos jóvenes vigorosos, otro para casamos y crear
familia, uno para estudiar, otro para trabajar, para
descansar, para progresar y, al final, para morir
29. Puesto que tenemos libre albedrío e inteligencia para
construirnos nuestra propia vida, podemos igualmente
ideamos y creamos a voluntad dentro del lapso de tiempo
que tenemos para vivir trozos de tiempos personales e
íntimos, como islas privadas, para ir viviendo nuestros
momentos e instantes de privacidad e intimidad, y que
eventualmente podemos compartirlos con alguien más.
Esos tiempos son nuestros, los hemos creado y por eso
nos pertenecen y constituyen en definitiva la manera como
diseñamos nuestra vida. Van vinculados con esos “espacios”
que creamos exclusivamente para nosotros mismos y en
donde vivimos nuestra intimidad. De igual forma, cuando
planeamos nuestras actividades, parcelamos pedazos del
tiempo total de nuestra vida para ejecutar labores que
consideramos importantes y esenciales.
30. Sin pensarlo mucho, pareciera que tanto el tiempo como
los acontecimientos van pasando a través de nuestra
vida. Y también nos parece que es la vida la que va
pasando a través de ellos y que nuestro tiempo se
acorta poco a poco.
Nuestra vida la podemos comparar con una barca
navegando en un río. En este caso, el río sería el tiempo
y la barca la vida, que va fluyendo hacia el mar. Los
acontecimientos serían el paisaje en medio del cual
pasamos. La realidad es que todo fluye: el tiempo, la
vida y los acontecimientos. Nuestra vida, con los
aconte-cimientos vinculados a ella, tienen un tiempo
específico a través del cual pasamos.
31. Esta parece una pregunta de Perogrullo, sin embargo los
hombres de ciencia se la plantean como algo que tiene su
lógica. De todos modos, es una suerte que así sea: nadie
querrá morirse primero y después nacer.
No dejaría de ser aberrante que veamos primero vidrios
rotos en el piso que van subiendo por el aire hasta
completarse el vaso encima de la mesa. Parece lógico y
conveniente que tengamos primero un pasado, un
presente ahora(aunque fugaz) y la posibilidad de un futuro
(ojalá mejor). Ya que: del pasado adquirimos experiencia, en
el presente, el aquí y el ahora, actuamos y el futuro lo
planeamos. Siendo cada uno CO-CREADOR (arquitecto en el
presente) de su propio porvenir. De ahí la importancia de
mejorar nuestra habilidad de administrar bien el tiempo.
32. Todos contamos con las mismas veinticuatro
horas del día con que se mide el tiempo en la
tierra.
Si tenemos claro lo que deseamos hacer en la
vida, podemos aprovechar bien esas horas para
ir ejecutando de manera organizada las acciones
planeadas y evitar que aquellas pasen inexorables
y desperdiciadas. Podemos decidir cuántas horas
queremos dedicar al sueño, al trabajo, a la
recreación, a la familia, al romance, a los amigos,
inclusive a los encuentros casuales u ocasionales.
33. La calidad de vida tiene una estrecha relación con
la ÉTICA en el sentido de que esta disciplina
implica un acertar permanente para ir logrando
una 'buena vida', una mejor manera de vivir; por
eso debemos ser prudentes y esmerados,
fijándonos bien en todo lo que hacemos.
En
consecuencia,
necesitamos
de
una
programación y un aprovechamiento permanente
de nuestro tiempo como premisa para conquistar
esa buena vida, como meta máxima a la que
aspiramos todos y que definimos como la ética de
una buena vid
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36. Démonos cuenta que las personas procrastinamos porque le
damos más importancia a las ventajas a corto plazo de evitar
hacer una tarea que a los beneficios a largo plazo de realizarla.
Por ejemplo, posponer el clasificar y archivar el papeleo nos
trae la ventaja a corto plazo de no realizar algo que no nos
gusta hacer, ya que nos crea molestia y es obvio, que lo
queremos evitar a toda costa. Por lo tanto, el posponerlo, nos da
el alivio inmediato que sentimos al no tener que hacerlo. Y con la
sensación de alivio, olvidamos los beneficios futuros de
clasificar y archivar papeles, como seria tener un orden en
nuestro lugar de trabajo, encontrar en forma inmediata un
documento, etc., por lo tanto, darnos cuenta de los benéficos a
corto y largo plazo que trae el no procrastinar, nos evitara
muchos dolores de cabeza futuros.
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La vida diaria. Posponer aquí significa aplazar actividades
necesarias para funcionar en el día a día. Por ejemplo, pasar
al banco, comprar los víveres, ir al médico, arreglar su ropa,
cortarse el cabello, etc.
Crecimiento personal. Es el impedir que nuestra vida mejore
en diversos ámbitos. Por ejemplo, no tomar cursos, no hacer
ejercicio, no atender a oportunidades de mejora profesional,
de promoción laboral, no dejar de fumar, no resolver los
problemas de pareja, etc.
Compromisos con los demás. El quedar con alguien para
realizar algo. Por ejemplo, tú amigo lector, quedas con tu
director en visitar a un cliente muy importante, para levantar
el pedido del volumen que consumirá para este mes, este
compromiso lo haces para el jueves, y llegado el viernes tu
director te pregunta el resultado de la reunión y que pasa,
que no realizaste la visita.