1. 1
EL ESPIRITU DE VERDAD
Por Jonathan Bravo
Cita Bíblica: Juan 14:15-17
“Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce;
pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”
Jesús, físicamente hablando, estuvo con poca gente a la vez; aunque se mencionan miles,
pero eran pocos en comparación a los miles de millones de creyentes a quienes prometió que
estaría con ellos todos los días hasta el fin del mundo. (Mateo 28:20) ¿Cómo es que logra estar
realmente con usted y conmigo? ¡Pues por su Espíritu! El Espíritu Santo es Dios, es El Señor y
con su presencia llena todo y domina todo, de verdad, todo está en su control poderoso y sin
embargo, el mundo no le conoce, le rechaza, le tiene miedo y se rebela a su guía, a su voluntad y
a sus propósitos. No obstante, las personas tienen un vacio enorme de Dios, buscan llenarlo con
religiones y creencias que por adornadas que parezcan, son engaños, mentiras, embustes que
tratan a todos como muy ingenuos. Dios te manda la verdad y te dice, "Esta es la verdad, crean
en La Verdad” (Gr. aletheia Lo real ante la falsedad) y tú dices, "¿Esa es la verdad lo que dice
ese Libro es la verdad? ¡no! “Eso no puede ser la verdad, yo no creo que sea la verdad, no me
parece y no acepto que sea verdad". Entonces Dios dice, "Está bien, esta es La Verdad y esta es
la mentira" y los que rechazaron la verdad, aceptan la mentira como verdad. Dios les mandará
entonces un poder engañoso, esto ocurre al final de los tiempos, para definir todo, para ponerle
punto final a la historia. Si tu quieres tener La Verdad debes tener a Cristo porque Él es La
Verdad, es la realidad última. tú necesitas a Jesús; los que han rechazado la verdad, dicen, "nos
gusta más la mentira que la verdad", y entonces sí, ellos serán condenados, porque han
rechazado La Verdad y han recibido la mentira en sus corazones.
“Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,
a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad,
sino que se complacieron en la injusticia.”
2 Tesalonicenses 2:11,12
“Porque muchos engañadores1
han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha
venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.
1
Pinocho. El cuento de un muñeco de madera que se convierte en un niño real. Creado por el genial carpintero Geppeto la vida
mágica de este muñeco es una historia llena de aventuras y situaciones cómicas. Cuando Pinocho dice mentiras su nariz crece de
forma desmesurada, mas tarde se convierte en burro y otras muchas cosas ocurren a este simpático muñequito. Carlo Collodi es el
autor. Comenzó a publicarse en 1881.
2. 2
Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo,
sino que recibáis galardón completo.
Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios;
el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.
Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa,
ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras.”
2 Juan 2:7-11
El Espíritu Santo fue enviado para ser nuestro guía constante y habita en todos los
humanos que confiesan a Cristo como Señor y Salvador. Pero la realidad es que hasta muchos
creyentes se mantienen en una condición ajena del Espíritu debido a que viven como los que no
conocen a Dios, “el mundo no conoce al Espíritu de Dios y no lo puede recibir” (Juan 14:17)
¿Cómo viven los que no conocen a Dios? Según su alma, según sus conocimientos, según sus
emociones, según sus pensamientos, según sus deseos, según sus pecados, según sus sentidos
físicos y sus instintos naturales. A eso La Palabra le llama a eso “vivir en la carne”. Le llama:
“El hombre animal.” “Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque
no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden
agradar a Dios” (Romanos 8:7,8). Otros solo han convertido al Espíritu Santo en una doctrina y
por cierto muy descuidada; y no es raro encontrar “cristianos” que ni saben que hay alguien
llamado Espíritu Santo. Mire esta Escritura.
“Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las
regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo:
¿Recibisteis El Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si
hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el
bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al
pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles
impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y
profetizaban. Eran por todos unos doce hombres.”
Hechos 19:1-7
Hay algunos que abusan del tema para hacer shows y para lograr que sus negocios se
mantengan, esta gente tiene muchos problemas con Dios. Porque es muy delicado atribuirle
manifestaciones al Espíritu, usted sabe, puede hasta llegarse a cometer el pecado imperdonable.
¡No es juego! El Espíritu Santo quiere que por la enseñanza de hoy, usted y yo aprendamos a
tratarle y a entrar a Comunión con El. El es una Persona. No es una “experiencia religiosa”
(Eso es demoniaco) tampoco es una “energía” o “fuerza” El es una Persona y esa Persona es
Dios. “Porque El Señor es El Espíritu; y donde está El Espíritu del Señor, allí hay
libertad.” (2 Corintios 3:17) ¿Libertad de qué? Podríamos enumerar tantas cosas que tienen
cautivas las vidas de las personas a lo carnal, a lo terrenal, a lo diabólico y a la condenación; pero
miremos otra vez, La Palabra que nos muestra toda esa “mala suerte” de vivir sin Dios. Job 18.
3. 3
“Respondió Bildad suhita, y dijo: ¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entended, y después
hablemos. ¿Por qué somos tenidos por bestias, Y a vuestros ojos somos viles? Oh tú, que te
despedazas en tu furor, ¿Será abandonada la tierra por tu causa, Y serán removidas de su
lugar las peñas? Ciertamente la luz de los impíos será apagada, Y no resplandecerá la centella
de su fuego. La luz se oscurecerá en su tienda, Y se apagará sobre él su lámpara. Sus pasos
vigorosos serán acortados, Y su mismo consejo lo precipitará. Porque red será echada a sus
pies, Y sobre mallas andará. Lazo prenderá su calcañar; Se afirmará la trampa contra él. Su
cuerda está escondida en la tierra, Y una trampa le aguarda en la senda. De todas partes lo
asombrarán temores, Y le harán huir desconcertado. Serán gastadas de hambre sus fuerzas, Y
a su lado estará preparado quebrantamiento. La enfermedad roerá su piel, Y a sus miembros
devorará el primogénito de la muerte. Su confianza será arrancada de su tienda, Y al rey de
los espantos será conducido. En su tienda morará como si no fuese suya; Piedra de azufre
será esparcida sobre su morada. Abajo se secarán sus raíces, Y arriba serán cortadas sus
ramas. Su memoria perecerá de la tierra, Y no tendrá nombre por las calles. De la luz será
lanzado a las tinieblas, Y echado fuera del mundo. No tendrá hijo ni nieto en su pueblo, Ni
quien le suceda en sus moradas. Sobre su día se espantarán los de occidente, Y pavor caerá
sobre los de oriente. Ciertamente tales son las moradas del impío,
Y este será el lugar del que no conoció a Dios.”
Gracias al Señor que hemos sido librados de todo eso, ¿No alaba a Jesús El Señor?
Ahora, si usted sigue prisionero, nada mas clame a Él, arrepiéntase de sus pecados, crea que el
sacrificio del Calvario es para usted, acepte a Cristo, obedezca a Dios y comience a vivir la
nueva vida que El ha prometido, garantizada por su resurrección de entre los muertos. ¡Aleluya!
¿Por qué debemos pedirle a Jesús que venga a nuestra vida? Porque El Espíritu Santo reclama
nuestros cuerpos como su lugar de residencia y domicilio.
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, El cual está en vosotros,
El cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio;
glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
(1 Corintios 6:19,20).
La mayoría de los cristianos no tienen problema con aceptar que El Espíritu Santo los
guía hacia Jesús. Y no tenemos ningún problema creyendo que El Espíritu está continuamente
actuando dentro de nosotros, a cada momento. Casi todos nosotros le hemos llamado un sin
número de veces para consuelo durante nuestros tiempos de crisis. Le damos honor al Espíritu,
predicamos sobre Él, enseñamos que es Él quien causa la convicción del pecado, Es el único ser
que puede realizar el milagro del Nuevo Nacimiento, mediante procesos espirituales muy
misteriosos produce su fruto en el carácter de los discípulos de Jesucristo, reparte sus dones
(regalos) como Él quiere, Llama y sostiene Los Ministerios (que no son los sombreros baratos
de apóstol, maestros y profetas como en este tiempo se están autonombrando) Es El Espíritu
Santo quien realiza estas y muchas otras Operaciones (1 Corintios 12:6) Le oramos a Él, le
buscamos, le pedimos que rompa los cielos y reviva a su iglesia. Muchos cristianos están
experimentando manifestaciones auténticas del Espíritu. Pero me parece que todavía sabemos
muy poco sobre lo que significa caminar en El Espíritu y eso es mucho más importante que
tanto ruido y desorden en las congregaciones.
4. 4
Si yo le preguntara qué significa caminar en El Espíritu, ¿podría describir lo que es?
¿Podría explicarlo claramente a cualquiera que le preguntara? No, no es hablar en lenguas.
Entender la verdad acerca de caminar en El Espíritu podría liberar a muchos de la confusión,
contiendas, sufrimiento, indecisión, lujuria, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, ira,
envidia, todas esas cosas denunciadas como “las muy conocidas obras de la carne.” Así que,
¿cual es esta verdad? Pablo, la resume claramente: “caminemos en El Espíritu” (Gálatas 5:25)
No todo lo sobrenatural es de Dios, no todas las lenguas provienen del Espíritu Santo, ni todos
los milagros, ni todos los ministros, ni todas las revelaciones, ni todas las inspiraciones, ni todos
los sueños, ni todas las predicaciones, enseñanzas y profecías. ¿Cómo podríamos saberlo?
¿Cómo podríamos identificar si algo es del Espíritu Santo o “modas doctrinales” y descubrir lo
auténtico entre lo falso? ¡Juzgando! Dios nos manda juzgar y discernir TODOS los espíritus.
¿Está de acuerdo? ¡Pues aunque no lo esté! Porque la vida espiritual no son gritos y retortijones.
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios;
porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
En esto conoced El Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en
carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de
Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya
está en el mundo. Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que
está en vosotros, que el que está en el mundo.
Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.
Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye.
En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.”
1 Juan 4:1-6
Al parecer, el apóstol Juan está recordando lo que hacía algunos años había escuchado
decir a su Maestro.
“Os he dicho estas cosas estando con vosotros.
Mas El Consolador, El Espíritu Santo, a quien El Padre enviará en mi Nombre,
Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
Juan 14:25,26
“Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado;
pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre.
Pero esto es para que se cumpla La Palabra que está escrita en su ley:
Sin causa me aborrecieron.
Pero cuando venga El Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, El Espíritu de verdad,
el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.”
Juan 15:24-27
“Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo
había dicho. Esto no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros.
Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas?
5. 5
Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón.
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya;
porque si no me fuera, El Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis
más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.
Pero cuando venga El Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad; porque no hablará
por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere,
y os hará saber las cosas que habrán de venir.
Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Todo lo que tiene El Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.”
Juan 16:4-15
¿Ya se cansó? Pongamos atención, porque en el mundo y en el ambiente llamado
cristiano también, hay mucha información y mucha formación mentirosa. Por supuesto, las
religiones con todas sus ceremonias y rituales, con todas sus tradiciones y obras muertas, solo
darán por resultado gente defraudada y perdida para siempre. Por eso hay que salir de allí, ¡ya!
Hay que salir del pecado y de los vicios, hay que convertirnos al Señor y confiar en El. ¡Él es el
único que produce vida!
“Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han
surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. Salieron de nosotros,
pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con
nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis,
y porque ninguna mentira procede de la verdad.
¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo?
Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre.
El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.
Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros.
Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros
permaneceréis en El Hijo y en El Padre. Y esta es la promesa que Él nos hizo,
la vida eterna. Os he escrito esto sobre los que os engañan.
Pero la unción que vosotros recibisteis de Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de
que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no
es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en Él.
Y ahora, hijitos, permaneced en Él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza,
para que en su venida no nos alejemos de Él avergonzados.
6. 6
Si sabéis que Él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de Él.”
1 Juan 2:18-29
Acabamos de leer las verdades (realidades) que El Espíritu Santo nos enseña acerca de
Dios, su Palabra su dirección. Es más que emociones, ¡aunque es emocionante! ¿Descubrió en
esta Escritura El Nuevo Nacimiento? ¿El Arrepentimiento del pecado? ¿La Justicia de Dios?
¿Descubrió que habla de la fidelidad y lealtad al Señor? ¿Miró que sin tantas vueltas doctrinales
se muestran a las tres personas de Dios guiándonos? ¿Se dio cuenta que se habla de la segunda
venida de Cristo? ¡Necesita ser un hijo de Dios para entender esto! ¡Yo creo que El sí nos habla!
Estoy convencido que multitudes de cristianos han desarrollado dudas acerca de escuchar
al Espíritu debido a malas experiencias en el pasado. Se preguntan, “¿Cómo puedo saber si es El
Espíritu hablando esta vez? Creí que lo escuche claramente la ultima vez, pero resultó que no era
Él.” ¡Eran mis propios pensamientos! ¡Mis propias emociones, mis nervios! ¡O un demonio
encubierto! ¡Me sentí engañado! Otros se han desanimado por las extrañas e imprudentes
declaraciones de aquellos que van por allí diciendo, “Dios me dijo” porque así se sienten muy
espirituales. ¡Pero recuerde que aunque predicaron, hicieron, profetizaron, echaron demonios,
al final, El Señor les dirá que no los conoce! Eso es engaño, más bien: es autoengaño. Lo
indicado es producir el fruto, porque ese no se puede falsificar.
La promesa de Dios de protegernos. Pablo señala que tal confianza demanda un acto de
fe “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del
maligno.” (Efesios 6:16). Esta es una promesa del Señor que nos protegerá del engaño y el error.
La voz de Satanás constantemente nos grita todo tipo de acusaciones. Y la única manera de echar
fuera estos dardos de fuego es volviéndonos a la promesa que Dios nos ha dado: “…que
ninguna arma forjada contra nosotros prosperará….” Las armas de Satanás incluyen: la
condenación y las mentiras, y El Espíritu Santo es fiel en exponerlas todas a nosotros. La voz del
enemigo lo tentará a actuar impulsivamente, sin verificar La Palabra de Dios. Pero cada Palabra
del Espíritu será confirmada por lo que ya usted ha aprendido en La Biblia. Y una de las mejores
maneras de asegurarnos es dejar de teorizar y realmente vivir ajustados y obedientes a TODO lo
que El Señor dice en Su Palabra. Porque el puro conocimiento, teorías y doctrinas se oyen muy
bonito, pero si como individuos, matrimonios, familias y congregación, no accionamos aplicando
La Palabra para transformarnos y dar buenos frutos en nuestra vida diaria, todo será en vano,
corriendo el riesgo de que la carne y aun el enemigo utilicen La Palabra de Dios para
envanecernos, desviarnos y condenarnos. Como el enemigo, la carne pide ser oída. Siempre nos
está presionando que está bien satisfacer nuestros deseos de vez en cuando, que todo lo que
necesitamos es un amigo que esté de acuerdo con nosotros, y que Dios bendecirá nuestras
decisiones. Sin embargo, aquí El Señor nos provee con otra promesa grande y preciosa. La
Escritura dice que El Espíritu lucha dentro de nosotros contra todo lo que es de la carne:
“porque el deseo de la carne es contra El Espíritu y el del Espíritu es contra la carne; y estos
se oponen entre sí,” (Gálatas 5:17). La voz del Espíritu Santo nos urgirá a llevar su Palabra en
oración y a confirmarla en la armonía de La Palabra Escrita. Hemos recibido todas estas
promesas de protección, para cualquier situación. Y están disponibles para nosotros en cada
conflicto que surja, no importa cuán pequeño o grande parezca. Siempre que la carne o el diablo
viene como una inundación, El Espíritu Santo es siempre fiel en levantarse y destruir el ataque, si
confiamos en El. “…porque vendrá el enemigo como río, mas El Espíritu de Jehová levantará
7. 7
bandera contra él.” (Isaías 59:19) ¡Háblele al Espíritu, El le ama, El le está rogando por su
amistad! ¡Sométase a su dirección, El le dará un ministerio efectivo! ¡Con fruto y con todos los
dones! ¡Él quiere hacerlo! Todos queremos, pero debemos someternos a El primero.
Hoy, una generación entera de cristianos está haciendo decisiones sin consultar al
Espíritu Santo. Muchos creyentes están actuando a causa del miedo o la desesperación, sin fe en
las promesas de Dios. Ellos simplemente deciden lo que van a hacer por sí mismos, basados en
lo que piensan que es mejor. ¿Cuál es el resultado para esos creyentes? ¿Qué pasa cuando los
siervos de Dios operan fuera del gobierno absoluto del Espíritu Santo, cuando preparan sus
propios planes, rehusando someterse a la guía y dirección del Espíritu Santo? Revoletean nidos
de avispas espirituales, trayendo no paz ni descanso sino maldición, dolor y confusión.
Necesitamos todos, todos los hijos de Dios, necesitamos volvernos a Él y Pedir, Buscar y
Llamar. Necesitamos dejar de depender de nuestra astucia carnal y confiar en TODA su
provisión espiritual, material y física. Conocer a nuestro Padre y recurrir a Él en nuestra
necesidad.
“Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque
todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre de
vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará
una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos,
sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará
El Espíritu Santo a los que se lo pidan?”
Lucas 11:9-13
Muchas veces cuando no escuché o me negué a oír la voz del Espíritu. Es más, puedo
escribir un libro de todas las veces que corrí a hacer mi propia cosa, siguiendo mi propia
dirección, y las cosas fueron terriblemente mal. Sin embargo, estoy aprendiendo a través de los
años a escuchar la voz del Espíritu Santo. Y me he determinado a decir “sí y amén” a Su
gobierno absoluto en mi vida. Sé que me guiará a toda la verdad, que me guiará a donde Él
quiere que vaya, y que me mostrará cosas por venir las cuales El quiere que sepa. “Porque todos
los que son guiados por El Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.” (Romanos 8:14) Sí,
puedo testificar que tal vida es posible. Y, tal como Él me enseña.
CENTRO CRISTIANO HISPANO
P.O. Box 3455 Santa Rosa, CA. 95402
cchsr@gmx.us