3. La drogadicción es una enfermedad que tienen su
origen en el cerebro de un gran número de seres
humanos. La enfermedad se caracteriza por su
cronicidad o larga duración, su progresión y las
recaídas.
Se debe entender que el adicto seguirá siendo un
adicto mientras viva, es decir, que el individuo se
rehabilita para poder vivir sin consumir la droga y, de
allí en adelante, éste será un adicto en remisión, no
estará usando la droga, pero para mantenerse en ese
estado de abstinencia o remisión no podrá bajar la
guardia.
4. Son aquellas sustancias cuyo consumo puede producir
dependencia, estimulación o depresión del sistema nervioso central,
o que dan como resultado un trastorno en la función del juicio, del
comportamiento o del ánimo de la persona.
El término drogas visto desde un punto de vista estrictamente
científico es principio activo, materia prima. En ese sentido droga
puede compararse formalmente dentro de la farmacología y dentro
de la medicina con un fármaco, es decir que droga y fármaco
pueden utilizarse como sinónimos. Los fármacos son un producto
químico empleado en el tratamiento o prevención de enfermedades.
La farmacología es la ciencia que estudia la acción y distribución de
los fármacos en el cuerpo humano. Los fármacos pueden elaborarse
a partir de plantas, minerales, animales, o mediante síntesis.
5. Las drogas "duras", son Son las que crean
aquellas que provocan una únicamente una
dependencia física y dependencia psicosocial,
psicosocial, es decir, que entre las que se encuentran
alteran el comportamiento
psíquico y social del adicto, los derivados del cáñamo,
como el opio y sus como el hachís o la
derivados, el alcohol, las marihuana, la cocaína, el
anfetaminas y los ácido lisérgico, más
barbitúricos. conocido como LSD, así
como también el tabaco.
6.
7. El cannabis sativa es un arbusto silvestre que crece en zonas
templadas y tropicales, pudiendo llegar una altura de seis
metros, extrayéndose de su resina el hachís.
Su componente psicoactivo más relevante es el delta–9-
tetrahidrocannabinol (delta-9-THC), conteniendo la planta más
de sesenta componentes relacionados. Se consume
preferentemente fumada, aunque pueden realizarse
infusiones, con efectos distintos. Un cigarrillo de marihuana
puede llegar a contener 150 mg. de THC, y llegar hasta el
doble si contiene aceite de hachís, lo cual según algunos
autores puede llevar al síndrome de abstinencia si se
consume entre 10 y 20 días.
8. El síndrome de abstinencia en bebedores
relativamente moderados comienza de 12 a 24
horas después de haber dejado de beber, y sus
síntomas son: temblor, debilidad, escalofríos, dolor
de cabeza, deshidratación y náuseas (idénticos a
los de una cruda o resaca, pero de mayor duración
e intensidad). También es común el deseo de
volver a ingerir esta sustancia.
9. Por regla general, cuanto más tiempo y más
cigarrillos haya fumado una persona, mucho
mayor será la probabilidad de que presente
síntomas al abandonar el consumo de tabaco; los
más comunes son: deseo irrefrenable de fumar,
tensión, irritabilidad, dolor de cabeza, dificultad
para concentrarse, somnolencia o insomnio y
aumento del apetito y de peso
10.
11. Dejar el hábito de la droga sin ayuda externa puede resultar
peligroso (debido a los síntomas de abandono) y difícil
(debido a la necesidad psicológica).
Puede obtenerse ayuda y/o información a través de muchas
agencias, dependencias y personas privadas y públicas. Por
ejemplo:
Centros y clínicas de tratamiento de drogadicción, que se
especializan en tratar a personas con problemas de drogas.
Hospitales que tratan a pacientes internados o externos.
Centros de salud mental y de orientación, que pueden tratar a
personas con problemas de drogas analizando los problemas
subyacentes.
Agencias de salud pública y de servicio social, pueden
proporcionar consejos prácticos, derivar profesionales, etc.
Residencias intermedias, que brindan tratamientos en
residencias para personas con problemas de Drogas.
12. Centros de desintoxicación, que se ocupan específicamente de los
problemas de alcoholismo y otros relacionados a éste.
Todos los anteriores nos ofrecen diversos programas de tratamientos. Cada
persona, de acuerdo a su caso, puede recibir uno o más clases de
tratamiento, incluyendo:
Supervisión médica, para ayudar con los síntomas de abandono de la droga
(como vómito, temblores, calambres, depresión severa, etc.)
Mantenimiento de la metadona, para los adictos a la heroína. Ésta bloquea
la necesidad física de la heroína y deja que la persona vuelva a tener un
estilo de vida más normal.
Orientación, psicoterapia, grupos de encuentro, etc. brindan un apoyo moral
y contribuyen a tratar las causas de abuso de drogas.
Rehabilitación, incluyendo orientación vocacional puede ayudar a la
persona a retomar una vida comunitaria más productiva.
Empleo de drogas, para eliminar los efectos de los narcóticos.
Comunidades terapéuticas, ayudan las personas que abusan de las drogas
a mantenerse alejados de ellas y superar los problemas.