El documento presenta un resumen de la lección 14 sobre el libro de Job. Explica que Job sufrió ataques de "huestes espirituales de maldad" al igual que nosotros, y aunque sus amigos lo acusaron, Job mantuvo su fe en Dios. A pesar de las injusticias, el libro enseña que Dios está con nosotros y promete que nuestros sufrimientos no son en vano, guiándonos a un futuro redención.
3. El misterio de…
Lo invisible
El mal
La gracia
La esperanza
Jesús y Job
“No tenemos motivos para dudar de la Palabra de Dios por el
hecho de que no podamos comprender los misterios de su
providencia. En el mundo natural, estamos constantemente
rodeados de maravillas superiores a nuestra comprensión. ¿Nos ha
de sorprender, entonces, encontrar también en el mundo
espiritual misterios que no podemos sondear? La dificultad reside
solamente en la estrechez y la debilidad de la mente humana”
E.G.W. (La educación, pg. 154)
4. “no mirando nosotros las cosas que se ven,
sino las que no se ven; pues las cosas que
se ven son temporales, pero las que no se
ven son eternas” (2ª de Corintios 4:18)
El libro de Job abre ante nosotros la realidad de un
mundo espiritual que nuestros ojos no pueden
percibir.
Esto no debería sorprendernos en nuestros días.
Después de todo, estamos rodeados de un mundo
invisible, pero que usamos cotidianamente. Ondas
de radio; emisiones por satélite; telefonía móvil;
Wifi; fuerza de gravedad…
¿Por qué no aceptar la existencia de “huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes”
(Efesios 6:12)?
Estas realidades intangibles nos ayudan a vivir
nuestra vida con humildad, conscientes de nuestro
propio desconocimiento y dependientes de Aquel
que se preocupa por nosotros.
5. “Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo
lo que tiene está en tu mano; solamente
no pongas tu mano sobre él. Y salió
Satanás de delante de Jehová” (Job 1:12)
Satanás atacó a Job –y nos ataca
a nosotros hoy– de dos maneras
distintas.
1. El mal físico. A través de
desastres, accidentes, etc.
2. El mal moral. A través de
tentaciones, dudas, palabras y
acciones de otras personas, etc.
El libro de Job nos muestra
claramente quién es el originador
del pecado en este mundo y el
responsable en última instancia de
todo el mal que nos rodea.
Job sufrió el ataque de las “huestes espirituales de maldad”
como pocos de nosotros hemos tenido que sufrir.
6. “Muchas veces he oído cosas como estas;
consoladores molestos sois todos vosotros” (Job 16:2)
Los amigos que vinieron para consolar a
Job acabaron acusándole de algún
pecado grave.
Comparemos su actitud con la que Jesús
tuvo frente a la mujer sorprendida en
adulterio (Juan 8:1-11):
La mujer fue acusada de un pecado
grave. Al contrario que en el caso de
Job, este pecado sí era real.
La mujer no fue condenada, Job sí.
¿Cuál fue la diferencia? ¿Por qué no fue
condenada la mujer adúltera?
La respuesta se encuentra en los preciosos
dones que Dios nos ha otorgado: el
perdón y la gracia.
¿No debemos nosotros aplicar también el
perdón y la gracia a aquellos que sufren,
sin juzgar si han pecado o no?
7. “porque esperaba la ciudad que tiene
fundamentos, cuyo arquitecto y
constructor es Dios” (Hebreos 11:10)
La realidad del mal estuvo muy
presente en la experiencia de Job.
Pero sentado sobre las cenizas de la
desesperación, pudo declarar: “Yo
sé que mi redentor vive, y que al
final triunfará sobre la muerte” (Job
19:25 NVI).
En medio de las injusticias y
sinsabores de este mundo, el libro
de Job nos enseña que Dios está allí,
Dios sabe, y Dios promete que no
todo es inútil.
Desde el Edén hasta hoy, el Plan de
Redención sigue guiando a todos los
hijos de Dios en su camino hacia “la
ciudad del Dios vivo, Jerusalén la
celestial” (Hebreos 12:22).
8. Fue justo
(1Jn 2:1)
Fue tentado por Satanás
(Mt 4:1-10)
Fue calumniado
(Jn 18:30)
No pecó en la prueba
(Heb 4:15)
Fue recompensado
(Mt 4:11)
Fue justo
(Job 1:1)
Fue tentado por Satanás
(Job 1:12)
Fue calumniado
(Job 22:5)
No pecó en la prueba
(Job 1:22)
Fue recompensado
(Job 42:10)
Salvando las diferencias que separan a Jesús y a Job, podemos
ver en Job a alguien que –siendo pecador como nosotros–
anduvo en las pisadas de Jesús y se mantuvo fiel a Dios.
“Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se
purifica a sí mismo, así como él es puro” (1ª de Juan 3:3)
9. “Dios quiere que todo profeso
cristiano perfeccione un carácter
de acuerdo con la semejanza de
Cristo. Estudiando el carácter de
Cristo revelado en la Biblia,
practicando sus virtudes, el
creyente se verá transformado a la
misma semejanza de bondad y
misericordia. La obra de Cristo,
que es abnegación y sacrificio,
introducida en la vida diaria,
desarrollará la fe que obra por el
amor y purifica el alma”
E.G.W. (Exaltad a Jesús, 6 de junio)
10. Slideshare.net/chucho1943
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cada una de las 13
lecciones que tratan sobre
el tema:
EL LIBRO DE JOB
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