El documento presenta las objeciones de los senadores de oposición al proyecto de ley que crea el Servicio Nacional Forestal. Argumentan que (1) el proyecto es insuficiente y no mejora la gestión institucional forestal, (2) no resuelve claramente los roles de fomento y conservación forestal, y (3) existe superposición de funciones con el recién creado Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas. Adicionalmente, señalan que (1) el proyecto no motiva un nuevo diseño para la institucional

1. MINUTA
PROYECTO DE LEY QUE CREA EL SERVICIO NACIONAL FORESTAL (CONAF)
Senadora Ximena Rincón
I. COMENTARIOS GENERALES
El desarrollo económico de nuestro país en los últimos 30 años, ha permitido consolidar de manera importante un
sector de nuestra economía que cada día demuestra su importancia para nuestro país, el sector Forestal. Con el
tiempo, este sector se posiciona como un pilar fundamental de la economía de Chile, con una participación del 3,1%
del PIB Nacional.
Esta industria aporta con 130.000 empleos directos, con un alto efecto multiplicador que permite generar un total de
300.000 empleos en total (considerando la cifra anterior y empleos indirectos), originados fundamentalmente en
regiones. Este, es el segundo sector exportador y el primero basado en un recurso natural renovable. El año 2010,
los embarques llegaron a los US$ 4.900 millones, con el 85% de ellos conformados por productos de alto valor
agregado.
Nuestro país dispone de 15,9 millones de hectáreas de cobertura forestal -aproximadamente un quinto del área total
del país-, con bosques nativos que representan el 85,4 % (13,6 millones de hectáreas) y plantaciones forestales que
llegan a un 14,6 % (2,3 millones de hectáreas), cifras que avalan la importancia de la actividad forestal en Chile.
En el fondo, hemos logrado crear un recurso sustentable, a partir de 50 mil hectáreas de forestación y 60 mil de
reforestación promedio anual en la última década, donde más del 70% está acogido a sellos de certificación,
reconocidos internacionalmente.
El sector forestal tiene la gran particularidad de que no sólo ofrece bienes, empleo y divisas, sino también provee
una variedad de servicios ambientales que mejoran la calidad de vida de la población, tales como el paisaje y la
protección de los suelos y cursos de agua; e incluso efectúan aportes ambientales a escala global, como la
biodiversidad de sus bosques nativos templados y, muy particularmente, la captura de carbono de la atmósfera,
haciendo que estos bosques logren mitigar hoy el 25% de las emisiones totales del país.
El Martes 1 de Marzo de 2011, el Gobierno presenta a discusión en el Senado, el proyecto de ley que crea el
Servicio Nacional Forestal, en concordancia con las abundantes críticas existentes a nuestra precaria
institucionalidad forestal actual, y al hecho que el Servicio Público que regula estas materias sea una Corporación
de carácter Privado- Publico con criticas incluso de nuestro órgano Constitucional como es el Tribunal
Constitucional.

2. En virtud de lo señalado en el proyecto de ley presentado en el Senado, los Senadores de oposición rechazamos la
idea de legislar por varios aspectos que podemos resumir en los siguientes:
1.- Creemos que se trata de un Proyecto insuficiente respecto de la demanda actual y futura del sector forestal, en
orden a crear una estructura pública para el segundo sector de la economía, como lo es el forestal, no incorporando
una propuesta de mejoramiento de la actual gestión institucional en las funciones señaladas, que incluso quedan
claramente desequilibradas respecto del propuesto objetivo del servicio. De hecho, el listado de objetivos señalados
en el proyecto no se hace cargo de la descripción sobre la promoción forestal de Chile, existente en la primera pate
del Mensaje Presidencial. Considerando que luego de posicionar a Chile en lugares ingentes del desarrollo forestal,
el proyecto, al contrario gira hacia la preservación, conservación, protección y rehabilitación de ecosistemas
forestales, considerando una muy extensa definición de atribuciones en materia forestales sobre esto último que los
mezcla y sobrepone con el proyecto que crea el Servicio de Biodiversidad y áreas protegidas. Situación que le
hicimos ver innumerables veces al Gobierno, no siendo escuchados.
2.- Otro punto importante de destacar, dice relación con que el proyecto no resuelve el rol de fomento a la silvicultura
que tiene y debiera mantener la CONAF (o el Servicio Nacional Forestal) del rol de fomento a la conservación de
los recursos forestales, ahondando incluso en su preservación. Entremezcla también el rol fiscalizador del servicio
con el carácter de fomento productivo del mismo sector. Debe dejarse constancia que dicha separación fue materia
de análisis al momento de discutirse en el Congreso Nacional las cualidades que tendría el Ministerio del Medio
Ambiente y sus servicios asociados (Servicio de Evaluación Ambiental, superintendencia de Fiscalización Ambiental
y el Servicio de Biodiversidad y áreas protegidas) separándose nítidamente las tareas de fomento productivo de las
conservación.
De hecho el objetivo del servicio propuesto es una extensión de las actuales atribuciones de CONAF hacia la
conservación y preservación de ambientes forestales extendiéndolos a todas las cualidades susceptibles de ser
vinculadas con un bosque o un árbol. Dicha propuesta hace del Servicio Forestal una institución omnipotente y
omnipresente en el territorio nacional, cuestión que se enfrenta directamente con la distribución de facultades
sectoriales de las competencias institucionales del Ministerio del Medio Ambiente.
3.- Creemos que en el proyecto de ley no existe sincronía entre esta propuesta legal y el que crea el SBAP (Servicio
de Biodiversidad y áreas protegidas) , generando una serie de superposiciones y repeticiones de funciones y
competencias con este servicio, además de complejizar las atribuciones sectoriales y atribuciones ambientales en el
sistema de Evaluaciones de Impacto Ambiental. (SEIA)
4.- El Proyecto no aparece tener en su Mensaje una motivación particular que renueve el diseño básico de la actual
CONAF, usando argumentos de una continuidad básica del discurso forestal de la década del 70’, centrando lo
nuevo sólo en el carácter estatal del nuevo servicio lo que solamente vendría a resolver el tema de las atribuciones
fiscalizadoras de CONAF. Al mismo tiempo, el proyecto no se hace cargo de la tramitación de nuevas leyes sobre
materias directamente atribuibles al Servicio como el caso de incendios y fomento forestal, para citar solo dos
ejemplos.

3. 5.- Por último, el proyecto no se hace cargo de incluir análisis ni proponer modificaciones a instrumentos legales
recientes, sujetos de evidentes posibilidad de mejoría y directamente asociados al sector, como por ejemplo, la Ley
de Bosque Nativo.
II.- ALGUNOS COMENTARIOS ESPECIFICOS
1.- Las funciones propuestas para el Servicio Forestal en el Proyecto no se hacen cargo de las cualidades
estipuladas en el objetivo institucional y, por el contrario. Están en dirección opuesta.
2.- No aparece novedades en la propuesta de funciones del servicio, sectorializándolas, alejándose de la necesaria
transversalidad de la gestión pública, sin relacionarse con otros servicios, manteniendo atribuciones que son materia
de traspaso institucional al SBAP.
3.- Según el texto del proyecto, todas las actuales reservas Forestales del SNASPE se mantendrían bajo la
administración del futuro SF, lo que no es aceptable dado el carácter integral del esfuerzo de conservación, objetivo
central del SNASPE actual y del futuro SNAP.
En efecto, la propuesta de mantener la administración de las actuales Reservas Forestales (art. 3, letra f) implicaría
que el Servicio Nacional Forestal puede llegar a tener tuición absoluta respecto de las Reservas Forestales del
actual Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado, que representan 1 /3 del SNASPE actual que, según el
proyecto que crea el SBAP debieran ser administradas por dicho Servicio. Debe dejarse constancia que el objetivo
actual formal de la totalidad de dichas Reservas Forestales es la conservación de los ecosistemas y recursos
ambientales asociados y no la gestión meramente forestal de ellos, salvo algunas muy pequeñas excepcionales.
4.- No existe ninguna mención sobre organización, estructura ni dependencias del Servicio Nacional Forestal cuya
creación se propone, ni siquiera lo remite a la dictación futura de un DFL.
5.- Respecto de los bienes inmuebles, en la actual CONAF privada actual existen tres tipos de bienes: los de
Estado, los de CONAF y los que siendo de CONAF fueron destinados a la administración del Estado (SNASPE) sin
dejar de ser de CONAF. No está bien resuelto este tema en el proyecto, ni el destino final de dicha categorías de
bienes.
6.- Por ultimo, otro punto importante de destacar es el régimen laboral de los actuales funcionarios de CONAF que
sirven el SNAPE (en particular los guardaparques, son más de 600 funcionarios) y que serían traspasados al futuro
SBAP. Se podría considerar una fórmula que evite el doble traspaso de este personal al nuevo servicio Forestal y
luego al SBAP, como por ej. Incorporar un artículo transitorio que determine la entrada en vigencia simultanea de las
leyes creadoras de ambos servicios.