2. Raúl llevaba todo lo necesario:
-Una cámara de fotos.
-Un diario de viaje.
-Comida para sobrevivir en La Margarita.
-Abrigo, que para ser precisos parecía el de
alguien que visitara el polo.
-Cartulinas, lápices de colores, hojas de calcar,
etc.
3. Pensando en todo eso, Raúl llegó a la tranquera
caída donde se leía el nombre de la estancia y le
entró algo de miedo.
Había oscurecido y se levantaba un viento leve.
Caminó hasta ver la casona vieja y abandonada
…
4. Cuando entró a la casa, –después de sacar
algunas fotos- sintió que algo le tocó la cara:
había tropezado con una enorme tela de araña.
De pronto unos chistidos detuvieron a Raúl y vio
cómo salía volando una bandada de
murciélagos.
5. Antes de disponerse a dormir, se comió un
sandwich, escribió lo que había visto, apagó la
linterna y se tendió en la bolsa de dormir…
Aún no había amanecido cuando…
6. …Algo le tocó el hombro, despertándolo. Oyó
un ruido que provenía de un rincón de leña y
apuntó con su cámara. Junto con el “clic” le
llegó un gruñido.
Arrastrado por el miedo, recogió sus cosas y
salió al patio.
Allí recapacitó…
7. “Un animal, seguramente” se dijo meneando la
cabeza contrariado. Ya empezaba a volver
cuando nuevamente oyó el gruñido y ahí sí corrió
hasta la bicicleta y pedaleó rapidísimo hacia el
pueblo.
8. Recién en las calles desiertas del pueblito Raúl recuperó la calma y dejó de
pedalear. Estaba temblando y no había visto nada. Resopló descontento consigo
mismo. Decidido a volver a la estancia, pisó un pedal y boleó una pierna sobre la
bicicleta. Cuando, de repente la noche pareció caérsele encima y ya no supo
nada…