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Autoras e Ilustradoras: Ariadna de Andrés Viñas
Ana de la Fuente Trespalacios
Olga F. Pérez Alonso
Este es el mundo buñuelo. Aquí vivian felizmente los buñuelos hasta
que un día apareció la sal que quería hacer salados a los buñuelos y
así las personas no los quisiesen probar.
Entonces uno de los buñuelos más pequeños se disfrazó de copo de
sal para infiltrarse en el mundo salado. El pequeño buñuelo estaba
asustado, pero no se iba a rendir tan fácilmente, porque los buñuelos
algún día querían ser comidos
Así que fue a hablar con el rey Salamo y quiso preguntarle por qué
atacaban a los buñuelos. Él le contestó:
-A los buñuelos los comen continuamente, pero nosotros: la sal no
somos tan comidos. Esa sería nuestra venganza
Y dice buñuelo:
-¿Y por qué en vez de tantos copos de sal en un buñuelo os repartís?
Así no serán tan salados, además nos comerán.
El rey le contestó:
Puede funcionar, pero necesitamos la aprobación de un buñuelo
El pequeño pensó: ¿Me quito el disfraz y muestro mi identidad o
me escondo y a saber lo que pasará? ¡Qué difícil decisión!
El rey le miró y le dijo:
-¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan callado?
Y el buñuelo contesta?
- Es queeeeeeeeee…… Soy un buñuelo
Y de esta forma se solucionó el problema

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El mundo de buñuelo

  • 1. Autoras e Ilustradoras: Ariadna de Andrés Viñas Ana de la Fuente Trespalacios Olga F. Pérez Alonso
  • 2. Este es el mundo buñuelo. Aquí vivian felizmente los buñuelos hasta que un día apareció la sal que quería hacer salados a los buñuelos y así las personas no los quisiesen probar.
  • 3. Entonces uno de los buñuelos más pequeños se disfrazó de copo de sal para infiltrarse en el mundo salado. El pequeño buñuelo estaba asustado, pero no se iba a rendir tan fácilmente, porque los buñuelos algún día querían ser comidos
  • 4. Así que fue a hablar con el rey Salamo y quiso preguntarle por qué atacaban a los buñuelos. Él le contestó: -A los buñuelos los comen continuamente, pero nosotros: la sal no somos tan comidos. Esa sería nuestra venganza
  • 5. Y dice buñuelo: -¿Y por qué en vez de tantos copos de sal en un buñuelo os repartís? Así no serán tan salados, además nos comerán. El rey le contestó: Puede funcionar, pero necesitamos la aprobación de un buñuelo
  • 6. El pequeño pensó: ¿Me quito el disfraz y muestro mi identidad o me escondo y a saber lo que pasará? ¡Qué difícil decisión!
  • 7. El rey le miró y le dijo: -¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan callado? Y el buñuelo contesta? - Es queeeeeeeeee…… Soy un buñuelo Y de esta forma se solucionó el problema