1. La Exaltación de la Santa Cruz 14 de septiembre de 2014
Hoy no se recuerda ni el dolor
ni la pasión del Señor, ya
que ya hemos celebrado todo
el misterio de su muerte y re-surrección
en la Semana Santa.
Tampoco nos toca hacer memo-ria
de la virtud de la aceptación
de la cruz personal
que nos toca en
nuestra vida, ni
celebrar el sím-bolo
que nos
identifica como
cristianos.
La Iglesia
primitiva reco-nocía
como sím-bolos
de Cristo
el cirio pascual
encendido (como
lo tenemos en los
templos durante el
tiempo pascual), la
imagen del buen Pastor y el sím-bolo
del pez, el cual encierra una
confesión de fe en el Señor, Hijo
de Dios y Salvador resucitado. Y
durante los primeros dos siglos,
la cruz representaba el patíbulo
y la muerte.
Hoy es la fiesta de la Cruz
de Cristo, que santa Elena, la
madre del Emperador Constan-tino,
halló en el siglo IV. Luego
la secuestraron los Persas y,
en el siglo VII, el emperador
Heraclio la recuperó.
editorial
Año LXXXII - Nº 4378
Lecturas:
Semana 4ª del Salterio
15. Nuestra Señora de los Dolo-res.
(MO). 1Cor 11, 17-26. 33;
Sal 39, 7-10. 17; Lc 7, 1-10.
16. Santos Cornelio, papa, y Ci-priano,
ob., mrs. (MO). 1Cor
12, 12-14. 27-31; Sal 99, 1-5;
Lc 7, 11-17.
17. Misa a elección. Feria. San
Roberto Belarmino, ob. y dr.
de la Iglesia. (ML). 1Cor 12,
31—13, 13; Sal 32, 2-5. 12.
22; Lc 7, 31-35.
18. De la feria. 1Cor 15, 1-11;
Sal 117, 1-2. 16-17. 28; Lc
7, 36-50.
19. Misa a elección. Feria. San
Jenaro, ob. y mr. (ML). 1Cor
15, 12-20; Sal 16, 1. 6-8.15;
Lc 8, 1-3.
20. Santos Andrés Kim Taegon,
pbro., Pablo Chong Hasang y
comps., mrs. (MO). 1Cor 15,
35-38. 42-49; Sal 55, 10-14;
Lc 8, 4-15.
21. DOMINGO 25° DURANTE EL
AÑO. Is 55, 6-9; Sal 144, 2-3.
8-9. 17-18; Flp 1, 20-26; Mt
19, 30—20, 16. (San Mateo,
apóstol y evangelista).
La cruz es la
salvación del mundo
La cruz cristiana no sos-tiene
el cuerpo muerto del
Señor, ya que él ha resucitado.
Creemos en la cruz porque allí
la muerte ha sido vencida.
P. Aderico Dolzani, ssp.
Desde entonces la Cruz
pasó a ser el emblema del
Imperio, fue colocada en los
edificios públicos. Con la Cruz
se bendecían los puntos cardi-nales,
mientras los fieles canta-ban
“Señor, ten piedad”. Hasta
el día de hoy, en
algunas iglesias,
la presentación
y la elevación
de la Cruz ter-mina
con esta
bendición.
Para los
c r i s t i a n o s ,
la cruz es el
símbolo de la
liberación que
nos trajo Cristo
y la esperanza
de no ver más
hermanos torturados
y crucificados en la ignorancia
del evangelio, la pobreza, el
analfabetismo, las enferme-dades
endémicas ocurridas
por la falta de salud pública, la
droga, la violencia que se lleva
muchas vidas...
Por la cruz somos miem-bros
de una comunidad de
hermanos, sacerdotes capa-ces
de bendecir, profetas que
anuncian a Cristo e hijos libres
de Dios y no sujetos a ninguna
esclavitud.
Los menores de 10 años
deberán viajar siempre
en los asientos traseros,
ajustados con el cinturón
de seguridad, y los menores
de 4 años en sus sillas es-peciales
y ajustados con el
cinturón de seguridad.
D
2. D
Nuestra Misa Ciclo A Color: Rojo
Mensaje de la liturgia
Para tocar el cielo con las manos en la
cima del Aconcagua habrá que superar
cansancios, vientos helados, resbalones,
golpes… Hoy Jesús nos advierte: quien
quiera seguirme que alce su cruz de
cada día y nos anima: a quien me siga,
yo lo resucitaré para siempre en el cielo.
Parecería pura literatura mística pero es el
tesoro escondido que, quien lo encuentre,
asumirá cualquier cruz sobre las huellas
de Jesús.
Cuestión de fe, y quien cree a Jesús
La Exaltación de la Santa Cruz
no anda a tientas, es luz del mundo, sal de
la tierra y levadura de nueva humanidad.
La cuestión es vivir con los ojos fijos en la
esperanza que no defrauda, en aquel Hijo
que, obediente al Padre hasta la cruz, se baja
como Cireneo a nuestro lado, como cuando
su Padre guiaba al pueblo por desiertos
librándolo de serpientes, las mismas que
siempre muerden a quien quiera seguir a
Jesús, pero nada teman, ¡yo ya he vencido
toda ponzoña mortal! Es la realidad que sólo
se ve con ojos de fe, y los que nos rodean
necesitan ver esa fe en nuestras obras de
amor y verdad, de justicia y esperanza.
i. rito de entrada
Antífona de entrada Cf. Gál 6, 14
Debemos gloriamos en la cruz de
nuestro Señor Jesucristo: en él está
nuestra salvación, nuestra vida y nuestra
resurrección; por él hemos sido salvados
y redimidos.
Oración colecta
Dios nuestro, que has querido que tu Hijo
unigénito sufriera el tormento de la cruz para
salvar al género humano, concédenos que,
después de haber conocido este misterio
en la tierra, podamos alcanzar en el cielo el
premio de su redención. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,
por los siglos de los siglos.
ii. liturgia de la palabra
1ª Lectura Núm 21, 4-9
Lectura del libro de los Números.
En el camino por el desierto, el pueblo
perdió la paciencia y comenzó a hablar
contra Dios y contra Moisés: “¿Por qué
nos hicieron salir de Egipto para hacernos
morir en el desierto? ¡Aquí no hay pan
ni agua, y ya estamos hartos de esta
comida miserable!”. Entonces el Señor
envió contra el pueblo unas serpientes
abrasadoras, que mordieron a la gente, y
así murieron muchos israelitas. El pueblo
acudió a Moisés y le dijo: “Hemos pecado
hablando contra el Señor y contra ti. In-tercede
delante del Señor, para que aleje
de nosotros esas serpientes”. Moisés
intercedió por el pueblo, y el Señor le
dijo: “Fabrica una serpiente abrasadora
y colócala sobre un mástil. Y todo el que
haya sido mordido, al mirarla, quedará
sano”. Moisés hizo una serpiente de bron-ce
y la puso sobre un mástil. Y cuando
alguien era mordido por una serpiente,
miraba hacia la serpiente de bronce y
quedaba sano.
Palabra de Dios.
A. Te alabamos, Señor.
Salmo Sal 77, 1-2. 34-38
R. No olviden las proezas del Señor.
Pueblo mío, escucha mi enseñanza, presta
atención a las palabras de mi boca: yo voy
a recitar un poema, a revelar enigmas del
pasado. R.
3. Cuando los hacía morir, lo buscaban y se
volvían a él ansiosamente: recordaban
que Dios era su roca, y el altísimo, su
libertador. R.
Pero lo elogiaban de labios para afuera
y mentían con sus lenguas; su corazón
no era sincero con él y no eran fieles a
su alianza. R.
El Señor, que es compasivo, los perdonaba
en lugar de exterminarlos; una y otra vez
reprimió su enojo y no dio rienda suelta
a su furor. R.
2ª Lectura Flp 2, 6-11
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Filipos.
Jesucristo, que era de condición divina,
no consideró esta igualdad con Dios como
algo que debía guardar celosamente: al
contrario, se anonadó a sí mismo, toman-do
la condición de servidor y haciéndose
semejante a los hombres. Y presentán-dose
con aspecto humano, se humilló
hasta aceptar por obediencia la muerte
y muerte de cruz. Por eso, Dios lo exaltó
y le dio el nombre que está sobre todo
nombre, para que al nombre de Jesús, se
doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y
en los abismos, y toda lengua proclame
para gloria de Dios Padre: “Jesucristo es
el Señor”.
Palabra de Dios.
A. Te alabamos, Señor.
Aleluya
Aleluya. Te adoramos, Cristo, y te ben-decimos,
porque con tu cruz has redimido
al mundo. Aleluya.
Evangelio Jn 3, 13-17
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Juan.
Jesús dijo: “Nadie ha subido al cielo,
sino el que descendió del cielo, el Hijo del
hombre que está en el cielo. De la misma
manera que Moisés levantó en alto la ser-piente
en el desierto, también es necesario
que el Hijo del hombre sea levantado en
alto, para que todos los que creen en él
tengan vida eterna. Sí, Dios amó tanto al
mundo, que entregó a su Hijo único para
que todo el que cree en él no muera,
sino que tenga vida eterna. Porque Dios
no envió a su Hijo para juzgar al mundo,
sino para que el mundo se salve por él”.
Palabra del Señor.
A. Gloria a ti, Señor Jesús.
oraciÓn de los fieles
R. Señor, danos tu Espíritu para llevar
nuestra cruz.
iii. liturgia de la eucaristÍa
Oración sobre las ofrendas
Te pedimos, Señor, que este sacrificio,
ofrecido sobre la cruz para borrar los peca-dos
del mundo, nos purifique de todas nues-tras
culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 12, 32
Dice el Señor: “Cuando yo sea elevado
sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí”.
Oración después de la comunión
Señor Jesucristo, alimentados con tu sa-grada
eucaristía, te pedimos humildemente
que lleves a la gloria de la resurrección a
los que has redimido en el madero salvador
de la cruz. Que vives y reinas por los siglos
de los siglos. D
Nos toca vivir con lucidez en medio de las
tinieblas; nos toca vivir con la lucidez de la
fe en Cristo, luz y vida. Creer en Jesús es ver
todas las cosas y la propia vida con su mirada;
es hablar a los hombres con su verdad; es amar-nos
fraternalmente con su amor, y también
no dejar oculto el mal que nos deshumaniza,
pertenezcamos a la condición social que sea.
Porque creer es sacar a la luz ese mal y de-nunciarlo.
Mons. Angelelli
4. El rincón de los jóvenes
Por Juan Carlos Pisano
Información general
Evangelii Gaudium.
Para conocer algo más
de la primera exhorta-ción
de Francisco
El aporte de la
Iglesia
“Tengo que decir, en
primer lugar y como deber de justicia, que
el aporte de la Iglesia en el mundo actual es
enorme. Nuestro dolor y nuestra vergüen-za
por los pecados de algunos miembros
de la Iglesia, y por los propios, no deben
hacer olvidar cuántos cristianos dan la vida
por amor: ayudan a tanta gente a curarse
o a morir en paz en precarios hospitales,
o acompañan personas esclavizadas por
diversas adicciones en los lugares más
pobres de la tierra, o se desgastan en la
educación de niños y jóvenes, o cuidan an-cianos
abandonados por todos, o tratan de
comunicar valores en ambientes hostiles, o
se entregan de muchas otras maneras que
muestran ese inmenso amor a la humanidad
que nos ha inspirado el Dios hecho hombre.
Agradezco el hermoso ejemplo que me dan
tantos cristianos que ofrecen su vida y su
tiempo con alegría” (nº 76).
Los diversos pecados de algunos cristianos
que se escudan en su pertenencia a la Igle-sia
(el abuso, la incoherencia y la falsedad)
Ciclo de charlas
Charlas orientadas a la educación e integración
de la personalidad para lograr un camino de
crecimiento personal, que lleva a una vida de
mayor plenitud personal, familiar, laboral y social.
A cargo del padre Guillermo Carmona.
Martes 23 de septiembre: Siete pilares para
una sana convivencia entre un hombre y una
mujer.
Martes 28 de octubre: La virtud de la templanza.
Martes 25 de noviembre: El cuidado del otro y
de los otros como elemento básico del amor.
Martes 16 de diciembre: ¿Cómo vivir positiva-mente
D
un tiempo de vacaciones?
Riobamba 1050, ciudad de Buenos Aires.
Informes: www.centropedagogico.org.ar
Versos de la fe serrana
Doña Jovita
El actor cordobés José Luis
Serrano interpreta ese perso-naje
tan entrañable y tierno
como pícaro, que es Doña
Jovita. Ha sabido arrancar
miles de sonrisas y carcaja-das
y conducir a un mundo
emotivo y reflexivo, a través de la sabiduría y los
valores del habitante de Traslasierra.
El mismo José Luis Serrano dijo: “Esta recopilación
de cantares que interpreta Doña Jovita, es el re-sultado
de un vínculo epistolar que comenzó con
notas de ‘La Iguana’ (Marta Ferrer), al gallo Olegario
(la mascota oficial de la viejita), inspirada por las
participaciones radiales de Doña Jovita con Luis
Landriscina y Rony Vargas. Durante años colaboró
ofreciéndome estos versos, que ahora puedo com-partir
no debe opacar la virtud de los muchos –que
son mayoría– y hacen muchísimo bien en el
nombre de Jesús. D
con ustedes gracias a la editorial SAN PABLO”.
D
El Domingo. Semanario de uso litúrgico. No reemplaza el uso de los leccionarios. Edita: Sociedad de San Pablo (Paulinos). Director:
P. Aderico Dolzani, Redacción: P. Fernando Teseyra, mail: director.eldomingo@sanpablo.com.ar Dirección, redacción y adminis-tración:
Riobamba 230 Cl025ABF CABA, Argentina, tel.: (011) 5555-2400, fax: (011) 5555-2425. Suscripciones: L. a V. de 9
a 18, tels.: (011) 5555-2417/21/24, fax: (011) 5555-2439. Impreso por G.S. Gráfica S.R.L., Charlone 958 B1868DZF Piñeyro,
Avellaneda (Bs. As.) Argentina. Correo Argentino Suc. 2 (B): Franqueo a pagar cuenta 14.471.
R.N.P.I.: N° 5.144.276/13. Esta publicación es propiedad de Sociedad de San Pablo.
En el Uruguay: San Pablo: Colonia 1591 (11200) MONTEVIDEO, cels.: 598.94.943.071
/ 598.2401.8332, L. a V. de 10 a 18 hs, S. de 9.30 a 13 hs. Mail: libreria@san-pablo.com.uy
0002109006
Visítenos en: www.sanpablo.com.ar - Librería las 24 horas - Consultoría Catequística, Revista Virtual y mucho más...