1. Año 11, nº 543 - 05 de abril de 2015
“Él había de resucitar de entre los muertos”
EL PÚLPITO
PARROQUIA DE NTRA. SRA. DE LA MEDALLA MILAGROSA
EL PUERTO DE SANTA MARÍA (CÁDIZ)
DOMINGO DE PASCUA DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
¿Podemos pedir algo más y
mejor que la felicidad?
Hemos visto tantos gestos
de Jesús en estos días.
Hemos compartido tantos
sentimientos en su camino
hacia la Pasión y Muerte
que este día de Resurrección
se convierte para nosotros
en un momento apoteósico y
de triunfo: ¡Ha resucitado!
Este el objetivo de la
cuaresma. La verdad que
latía en lo más hondo de
e s t o s d í a s qu e h e m o s
celebrado. Detrás de todo, el
amor de Dios se manifiesta
en la vida que quiere para
sus hijos. ¿Qué puede
esperar un Padre, como
Dios, sino vida para sus
h i j o s ? ¡ P o r n o s o t r o s
resucitó! ¡Para vosotros lo
r e s u c i t é ! ¡ C o n É l
r e s u c i t a r e m o s ! S o n
aclamaciones de júbilo y de
fe que, espontáneamente,
deben de salir del corazón
tocado por la gracia de estos
días de la Pascua. No
podemos vivir indiferentes y
sordos ante el anuncio de
esta mañana donde Jesús
sale victorioso y vuelve a
compartir una existencia
totalmente nueva.
¿Que es difícil de entender o
de comprender? Pongamos
el corazón, la credulidad y
Dios hará lo demás. El Jesús
que vino en Belén como
buena noticia, una vez más,
surge del sepulcro para
darnos vida pero eterna.
Nos hace renacer a una vida
de eternidad ¡Dios mío qué
gran regalo! La frontera de
la muerte ha sido rebasada,
destruida. Caen los muros
que separaban a Dios del
hombre. La muerte ha sido,
no solamente ganada a
pulso, sino traspasada y
rebasada con creces por la
misma persona de Jesús. Y,
por si fuera poco, Jesús nos
engancha a todos y nos hace
partícipes de este gran don:
¡la Resurrección! Hoy es
una de esas mañanas que
quedará para siempre
grabada en la conciencia, en
la reunión y en el ser de un
cristiano: el día primero de
la semana. En este día, el
Señor, actuó. Intervino
b r i l l a n t e m e n t e y p o r
sorpresa. Ante un mundo
vacío y al que le gusta
juguetear con la nada, Jesús
se convierte en un punto de
referencia. En una cuerda a
la que agarrarnos para no
dejarnos vencer por las
dificultades y por las
pruebas cotidianas.
¡Quién cómo Dios! Para dar
vida después de la muerte.
Para lapidar las aflicciones
de nuestros caminos con la
luz de la Pascua. ¡Quién
c ó m o D i o s ! P a r a
t r a n s p o r t a r n o s e l / a l
esplendor y el resplandor de
la Pascua. ¡Ha resucitado el
Señor! Hoy brilla en el cielo,
después de la noche oscura
q u e a s u s t a b a a l a
humanidad, la posibilidad de
un final y de un futuro feliz.
¡Quién como Dios! Sólo Él es
capaz de llenar y de orientar
nuestra alma hacia la
ciudad de la eternidad. Lo
demás, y lo sabemos por la
ansiedad que produce el
tener, nos conduce a la
insatisfacción, al agobio o a
l a s e n s a c i ó n d e
inestabilidad. ¡Quién como
Dios! Nos lo anuncian y
comunican las campanas
que en el DOMINGO más
grande del año, convocan
para alabar, escuchar y
disfrutar con la presencia
resucitada y resucitadora de
Jesús. Un Jesús que ha
proclamado con valentía y
libremente la bondad de
Dios, invitado al ejercicio del
amor, bajando a la muerte
pero –sabiendo- que todo
era, ni más ni menos, en
beneficio del hombre. Hemos
acelerado el caminar.
T a m b i é n n o s o t r o s
queríamos ver el sepulcro
vacío.
¡Ojalá muchos de nuestros
hermanos lo viesen tan a las
claras como nosotros!
¡Bendita la fe que es don
para comprender y ver lo
que muchos no entienden ni
intuyen! Hemos activado el
paso porque necesitábamos
revivir nuestra fe con los
colores de la Pascua y de la
fiesta que reviste esta
c a s a . S i e n N a v i d a d
entonábamos ¡Aleluya, el
Señor ha nacido! En este
mismo lugar, en el alba de la
Pascua gritamos con más
fuerza ¡Aleluya, el Señor ha
resucitado! ¡Aleluya, el
Señor nos llama a una vida
n u e v a ! N o s h e m o s
apresurado madrugadores,
porque hemos creído todo lo
que Jesús ha dicho estos
días atrás. Nos dejamos
l l e v a r p o r É l .
¡ I m p r e s i o n a d o s n o s
quedamos con el Señor de
los milagros! ¡Seducidos por
su palabra! ¡Conquistados
por los valores de su reino!
¡Escuchad, hombres de la
tierra! ¡Ha resucitado!
Como iglesia hemos comido
juntos y reafirmado nuestra
fe. Ahora es el momento de
proclamarla a los cuatro
vientos. ¿Que muchos no
escucharán el latido de
nuestro corazón pascual?
¡Insistiremos por Dios y por
ellos mismos! Aunque
algunos no se molesten en
asomarse al sepulcro,
n o s o t r o s s e g u i r e m o s
señalando una gran verdad:
¡Jesús no está porque ha
resucitado! Aunque algunos,
no quieran ver a Jesús, les
ayudaremos a encontrar las
gafas de la fe que les
posibilite, como a nosotros,
ser hombres y mujeres de
Pascua. Y si los ojos cegados
p o r e l l o d o i m p i d e n
contemplar las vendas
tiradas por el duro suelo,
nos desataremos de aquellas
cuerdas que no nos dejan
d a r r a z ó n d e C r i s t o
victorioso. ¡Ha resucitado!
Esta alborada, es el sol más
b r i l l a n t e d e l a ñ o , e l
amanecer con más futuro
para el hombre, la noticia
q u e n i n g ú n m e d i o d e
comunicación social tendría
que dejar de señalar en
primera página: ¡hoy el
hombre, por fin, tiene
s o l u c i ó n ! ¡ C r i s t o h a
resucitado!
Javier
Leoz,
sacerdote
¡Qué mañana, Dios mío!
¡Feliz Pascua! ¡Somos felices!
2. PRIMERA LECTURA
(Hch 10, 34a.37-43)
“Pero Dios lo resucitó al tercer día
y nos lo hizo ver”
En aquellos días, Pedro tomó la
palabra y dijo: “Conocéis lo que
sucedió en el país de los judíos,
cuando Juan predicaba el bautismo,
aunque la cosa empezó en Galilea.
Me refiero a Jesús de Nazaret,
ungido por Dios con la fuerza del
Espíritu Santo, que pasó haciendo el
bien y curando a los oprimidos por el
diablo, porque Dios estaba con él.
Nosotros somos testigos de todo lo
que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo
mataron colgándolo de un madero.
Pero Dios lo resucitó al tercer día y
nos lo hizo ver, no a todo el pueblo,
sino a los testigos que él había
designado: a nosotros, que hemos
comido y bebido con él después de su
resurrección. Nos encargó predicar
al pueblo, dando solemne testimonio
de que Dios lo ha nombrado juez de
vivos y muertos. El testimonio de los
profetas es unánime: que los que
creen en él reciben, por su nombre,
el perdón de los pecados”.
SALMO RESPONSORIAL
(Sal 117, 1-2.16-17.22–23)
R: Este es el día en que actuó el
Señor: sea nuestra alegría
y nuestro gozo
Dad gracias al Señor
porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia. R.
La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es excelsa.
No he de morir, viviré
para contar
las hazañas del Señor. R.
La piedra que desecharon
los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente. R.
SEGUNDA LECTURA
(Col 3, 1-4)
“Aspirad a los bienes de arriba,
no a los de la tierra”
Hermanos: Ya que habéis resucitado
con Cristo, buscad los bienes de allá
arriba, donde está Cristo, sentado a
la derecha de Dios; aspirad a los
bienes de arriba, no a los de la tierra.
Porque habéis muerto, y vuestra
vida está con Cristo escondida en
Dios. Cuando aparezca Cristo, vida
nuestra, entonces también vosotros
apareceréis, juntamente con él, en la
gloria.
SANTO EVANGELIO
(Jn 20, 1-9)
“Se han llevado del sepulcro
al Señor”
El primer día de la semana, María
Magdalena fue al sepulcro al
amanecer, cuando aún estaba
oscuro, y vio la losa quitada del
sepulcro. Echó a correr y fue donde
estaba Simón Pedro y el otro
discípulo, a quien tanto quería Jesús,
y les dijo: “Se han llevado del
sepulcro al Señor y no sabemos
dónde lo han puesto”. Salieron Pedro
y el otro discípulo camino del
sepulcro. Los dos corrían juntos,
pero el otro discípulo corría más que
Pedro; se adelantó y llegó primero al
sepulcro; y, asomándose, vio las
vendas en el suelo; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás
de él y entró en el sepulcro: vio las
vendas en el suelo y el sudario con
que le habían cubierto la cabeza, no
por el suelo con las vendas, sino
enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro
discípulo, el que había llegado
primero al sepulcro; vio y creyó.
Pues hasta entonces no habían
entendido la Escritura: que él había
de resucitar de entre los muertos.
“Él había de resucitar de entre los muertos”
Parroquia de Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa. C/Federico García Lorca, s/n. Apdo. de correos, 164. 11.500 El Puerto de Santa María. Tlfno: 956 85 65 61.
Envíe sus aportaciones a hojaparroquialmilagrosa@yahoo.es
Tiempo de oración
Lecturas de la próxima semana
(1ª semana del salterio)
Lunes 6: San Guillermo
Hch 2, 14.22-32; Sal 15, 1-2.5-11; Mt 28, 8-15
Martes 7: San Juan B. de la Salle
Hch 2, 36-41; Sal 32, 4-5.18-22; Jn 20, 11-18
Miércoles 8: San Dionisio de Corinto
Hch 3, 1-10; Sal 104, 1-9;
Lc 24, 13a.15-17a.19b-32
Jueves 9: Santa Casilda
Hch 3, 11-26; Sal 8, 2a.5-9; Lc 24, 35-48
Viernes 10: San Miguel de los Santos
Hch 4, 1-12; Sal 117, 1-4.22-27; Jn 21, 1-14
Sábado 11: San Estanislao
Hch 4, 13-21; Sal 117, 1.14-21; Mc 16, 9-15
Domingo 12: San Damián
Hch 4, 32-35; Sal 117, 2-4.16-18.22-24;
1Jn 5, 1-6; Jn 20, 19-31
Intenciones por las que el Papa quiere
que recemos durante el mes de abril
Intención general:
Para que las personas aprendan a respetar
la creación y a cuidarla como don de Dios.
Intención misional:
Para que los cristianos perseguidos sientan la presencia
reconfortante del Señor Resucitado y la solidaridad de
toda la Iglesia.
Intención de la CEE
Por los catecúmenos adultos, para que se preparen bien
a recibir el Bautismo y la Confirmación y a participar en
la Eucaristía, y sean miembros vivos de la Iglesia y
colaboradores activos de su misión.
¡HA RESUCITADO! ¡ALELUYA!