1. Poema.
Lo que en mi corazón siento no es amor, ni mucho menos
dolor, no es alegría, aunque tampoco tristeza, no me siento
satisfecho, pero tampoco me siento desilusionado; estoy en
un limbo, sin un rumbo fijo, sin camino decidido, perdido,
sin saber qué hacer, me siento como gacela herida a punto de
ser devorada por un león, como ratón acorralado entre las
garras de un feroz gato, me siento aislado, encarcelado en un
cuarto al que llamamos mundo, todo lo que hay en este
mundo existe para acorralarte, somos peces frente a una
cascada, somos insectos en una jaula, somos los restos tras
una violenta ola, me siento impotente, incapaz de luchar
contra este mundo tan cruel, me siento solo frente a la
inmensidad del mundo, me siento tan débil que esta realidad
comienza lentamente a comerme con sus fauces llenas de
verdad y sus “colmillos llenos de destrucción”