Mi primera historia contada en este blog, agrupada en varios post, ha sido la de la resistencia de los indígenas nasa que habitan el departamento del Cauca y viven en medio de la guerra. Empiezo ahora un nuevo bloque donde trataré de reflejar uno de los aspectos del conflicto armado colombiano quizá más invisibilizado. Se trata de la desaparición forzada en Colombia
Horarios de cortes de luz en Los Ríos para este lunes, 22 de abril, según CNEL
Colombia: Desaparición forzada:¿dónde están?
1. Desaparición forzada:¿dónde están?
Las cifras de desaparecidos en Colombia en el marco del conflicito
armado superarían a las que hubo en Argentina y Chile durante la
dictadura. Foto: Javier Sulé
Posted on 10 junio, 2013. Javier Sulé
Mi primera historia contada en este blog, agrupada en varios post, ha
sido la de la resistencia de los indígenas nasa que habitan el
departamento del Cauca y viven en medio de la guerra. Empiezo
ahora un nuevo bloque donde trataré de reflejar uno de los aspectos
del conflicto armado colombiano quizá más invisibilizado. Se trata de
la desaparición forzada en Colombia.
Para ello recorrí parte del departamento del Meta, una de las regiones
que más ha sufrido estas prácticas macabras de guerra, y la famosa
Comuna 13 de Medellín donde es un secreto a voces que en un lugar
llamado la escombrera existe una gran fosa común donde los
paramilitares arrojaban a sus víctimas. Hablé igualmente con
familiares que llevan años buscando a sus seres queridos, con
familiares que consiguieron cerrar el duelo tras serles entregados los
restos de sus parientes en una ceremonia formal a la que asistí.
Conocí a valerosas mujeres como Fabiola Lalinde o a las Madres de
Soacha. Todas ellas simbolizan el empeño por saber qué fue de los
hijos desaparecidos a manos del Estado unido a su firme exigencia de
justicia y reparación integral para las víctimas. Conversé del tema
con abogad@s, defensor@s de derechos humanos, fiscales, forenses,
grafólogos y sepultureros. Presencié la inauguración de una morgue y
visité cementerios como los de la Macarena en el Meta y los
de Satinga y Tumaco en Nariño. En todos ellos yacen decenas de
cuerpos enterrados sin identificar bajo las siglas de NN
2. La desaparición forzada en Colombia en el marco del conflicto armado
tiene una magnitud alarmante. Las cifras son siempre difíciles de
cotejar, pero superarían casi con toda seguridad a las de
desaparecidos que hubo en las dictaduras militares
de Argentinay Chile e incluso a los de la Guerra Civil en
España, La Fiscalía General de la Nación señala que en Colombia
habría 50000 casos de presuntas víctimas de desaparición forzada,
mientras que organizaciones humanitarias hablan de 24.000 y
Naciones Unidas y la Comisión de Búsqueda de Personas
Desaparecidas coinciden en reportar unas 18.000 personas. En
cualquier caso, las cifras aumentarán porque en Colombia se sigue
desapareciendo a gente y se sabe también que existe un miedo
fundado a denunciar la desaparición por el temor a represalias o por
evitarse tener que pasar el trago de ser estigmatizados ya que son
muchas las veces que se identifica automáticamente a la familia y al
desaparecido con la guerrilla.
En muchos de los cementerios de Colombia habría un total de 40000
tumbas con cuerpos sin identificar, conocidos como NN. En la imagen,
tumbas NN en el cementerio de Satinga, departamento de Nariño.
Foto Javier Sulé
Existen otras cifras complementarias. Según la revista Semana,
desde la supuesta desmovilización de los grupos paramilitares, la
Fiscalía ha descubierto 4.036 fosas comunes en las que encontró
5.219 cadáveres. El total de restos óseos entregados hasta la fecha a
los familiares una vez identificados es de 1.988. En muchos de los
cementerios del país habría además unos 40000 cuerpos enterrados
3. sin identificar. Bastantes de ellos podrían ser de guerrilleros y
guerrilleras muertos en combate porque se dice que estos
combatientes nunca suelen llevar encima ningún tipo de
identificación. Pero también se sospecha que un número importante
de NN puedan tratarse de los llamados falsos positivos, humildes
campesinos y civiles a los cuales el ejército mataba y hacía pasar por
guerrilleros para poder mostrar resultados y cobrar así las primas
económicas que se estipulaban por dichos resultados.
Ceremonia formal de entrega de restos óseos de víctimas de
desaparición forzada a sus familiares en Villavicencia, departamento
del Meta. Foto Javier Sulé
Tras todas estas cifras de desaparición forzada se esconde una
práctica atroz de la guerra que proporciona grandes sufrimientos a
las familias y grandes márgenes de impunidad a sus perpetradores.
Se trata de un delito que no deja rastro, silencioso y oculto y que
para la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos
(ASFADDES) tiene como responsables mayoritariamente a los grupos
paramilitares y también al Estado a través de sus fuerzas armadas.
Los desaparecidos suelen ser asesinados al poco tiempo de ser
secuestrados.
La respuesta del Estado a la desaparición forzada ha sido
históricamente muy escasa, aunque hoy Colombia sí cuenta ya con
un importante desarrollo institucional y legal para la búsqueda de
personas desaparecidas y en los próximos meses se podría conocer la
identidad de cientos de desaparecidos gracias a un acuerdo entre el
Ministerio del Interior y el Instituto de Medicina Legal por el cual se
4. iniciaran decenas de exhumaciones en los cementerios del país donde
se encuentran enterrados miles de cadáveres sin identificar.
Las exhumaciones de personas víctimas de desaparición forzada
empiezan a ser frecuentes como paso previo a su identificación y
posible entrega a familiares. Foto: Javier Sulé
En el actual proceso de negociación de paz en La Habana entre
Gobierno y guerrilla, y tal y como ha ocurrido en otros conflictos
armados y procesos de paz, dar una adecuada respuesta al tema de
los desaparecidos es un tema esencial y un reto de dimensiones
gigantescas para Colombia. Así lo entienden las organizaciones
humanitarias para las que esta esta respuesta adecuada pasa por
encontrar a los desaparecidos, identificar las fosas, realizar todas las
exhumaciones pertinentes, buscar a las familias para entregarles los
restos de sus seres queridas y poner fin a su angustia del no saber
qué pasó con ellos. Las familias como víctimas no sólo tienen derecho
a conocer el paradero de sus familiares desaparecidos, sino también a
saber la verdad de lo que les ocurrió para que se haga justicia, y a
obtener una reparación del daño causado tanto ética, moral,
simbólica y económicamente. Hasta la fecha la impunidad ha sido casi
absoluta y son muy pocos los casos que han llegado a juicio.
Compártelo: