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Teoría malthusiana

  1. La población humana. Teoría malthusiana. En 1798, el economista inglés Thomas R. Malthus, tasando el futuro del hombre, concluyó que el tamaño de la población humana sobre nuestro planeta estaba restringido en parte por la limitación de alimento. Creía que las enfermedades y las guerras eran los medios que impedían el crecimiento de la raza humana. Aunque Malthus estaba en un principio en lo correcto al suponer que existían factores definitivos que obstaculizaban el aumento de la población humana, fue demasiado pesimista por los limitados conocimientos de que disponía, pensó que las penalidades económicas del hombre se harían más grandes a medida que la población aumentara. Malthus fue incapaz de vislumbrar que los enormes adelantos en agricultura y tecnología aumentarían la producción de alimentos y así poder incrementarlos más rápidamente que el crecimiento de la población humana.
  2. Durante los ciento noventa años siguientes a la teoría de Malthus, el estado económico de la población humana en numerosos países, especialmente en las naciones de occidente, tuvo un gran desarrollo, a pesar del marcado aumento en la población. El nivel de vida en lugar de descender como predijo Malthus, ascendió considerablemente. Sin embargo, Malthus asentó la teoría básica de que el número de organismos vivos (incluyendo los seres humanos) sería restringido inevitablemente por limitaciones impuesta por el medio ambiente. No importa cuán eficientes sean nuestros medios de producción, de fabricación de alimentos y unidades médicas, puesto que existen limitaciones definidas en la capacidad terrestre para tolerar un gran número de personas. Cuando estas limitaciones ambientales finalmente se traducen en términos de una población muy grande, el grado de nacimientos y de muertes tenderán a ser semejantes.
  3. Aumento en la población humana. Los estudios de la población humana total del mundo, indican que estamos actualmente en la fase logarítmica de la curva de crecimiento, tal y como nos indica la población mundial. Esta última sería la que la población mundial actual es de más ocho mil millones de personas. El número de seres humanos que habitan la Tierra ha aumentado rápidamente. En 1650 había menos de quinientos millones de personas sobre la Tierra, representando el doble de la Población humana en cerca de 1700 años desde el tiempo de Cristo, hasta la mitad del Siglo XVII. En 1850 el número de seres humanos había llegado a mil millones, correspondiendo esto al doble de la población en dos siglos. El rápido crecimiento de la sociedad entre 1850 y 1900, tuvo el equivalente al doble de la población de cada siglo. Entre 1900 y 1950 el aumento de la población humana siguió en ascenso doblemente en 75 años. Los últimos reportes indican que la población mundial actual está aumentando en un 2 por ciento por año (más rápido que en cualquier otro período de la historia del hombre), ¡lo cual equivale a duplicar la población cada 35 años! Si este ritmo de crecimiento continúa, se predice que existirá una población mundial de diez mil millones para el año 2,020, 25,000 millones para el año 2070 y más de 200 mil millones de personas dentro de dos siglos.
  4. El ritmo al cual crece la población es el reflejo de la diferencia entre el grado de nacimientos y el de muertes. El desarrollo de nuestra sociedad científica-tecnológica-industrial ha comenzado a surgir con la iniciación de la revolución industrial del siglo XVII lo cual fue la causa fundamental de la disminución de muertes. Esto se debe al aumento del dominio del hombre sobre el medio ambiente, es decir, una gran producción agrícola, aumento en los sistemas de transportes, comunicación; así como el aumento y distribución del conocimiento en los campos de la medicina y salud pública. El rápido incremento de la población en los Estados Unidos se refleja en el naci-miento de 25 por cada mil personas y un grado de mortalidad de sólo 9 por cada 1000 personas. Se predice que la población actual de 300 millones de personas en los Estados Unidos excederá a los 400 millones a finales del 2030.
  5. Supervivencia y muerte. Los informes acerca de la distribución de muertes entre las diversas edades de una población dada, o bien el tiempo que sobrevive el hombre, es importante para: 1) determinar tamaño y composición de una población de organismos; 2) predecir el futuro desarrollo de la población y su naturaleza; y 3) indicar los medios de control de la población. El grado de mortalidad está más influido por factores ambientales que el grado de nacimientos. Puede, por consiguiente, servir como medio importante para controlar el crecimiento y tamaño de una población dada. Si conocemos, por ejemplo, que el grado de mortalidad para una población de una especie dada es alta durante un estado particular del ciclo vital del organismo, entonces uno de los medios efectivos para aumentar la población será eliminar en lo posible aquellos factores ambientales que contribuyen a una mortalidad elevada. En la mayoría de las poblaciones, el grado de mortalidad es más elevado entre los organismos más jóvenes y entre los más viejos. Bajo condiciones teóricamente ideales, podemos vislumbrar un grado mínimo de mortalidad, únicamente entre los individuos más viejos, como resultado de cambios fisiológicos ínfimos propios de la vejez. Sin embargo, actualmente el grado de mortalidad se distribuye por edades en los grupos de una población dada, dependiendo del tamaño y composición de la misma; así como de sus factores ambientales.
  6. Como regla general las proporciones de varios grupos de edades, en cualquier población dada, pueden servir como guía útil para predecir el crecimiento futuro de la población. Las poblaciones que poseen un gran porcentaje de individuos muy jóvenes, los cuales es de esperar que se extienden; mientras aquellos con una gran proporción de individuos más viejos tienden a declinar. La distribución más o menos igual de grupos por edades, refleja la potencialidad de la población para permanecer invariable en relación a su tamaño.
  7. The Corner House acaba de publicar un documento sobre la teoría elaborada en el siglo XVIII por el clérigo Thomas Malthus, y que aún hoy tiene sus seguidores. La idea central del malthusianismo es que el origen de todos los males está en el exceso de población, ocultando así las verdaderas causas de la pobreza, la desigualdad y la degradación ambiental provocadas por el sistema capitalista. Por Chakravarthi Raghavan Una década después de la caída del Muro de Berlín, el fin de la Guerra Fría y el triunfo del capitalismo de mercado, el pensamiento malthusiano es hoy el argumento que se sigue esgrimiendo contra los reclamos de tierras, la emigración en busca de trabajo y las críticas a la liberalización comercial. La organización no gubernamental (ONG) The Corner House Research and Solidarity Group, de Gran Bretaña, señala en un texto titulado "Pobreza, política y población" que el malthusianismo es utilizado como herramienta para impedir el cambio social y económico, y que se trata de un modo de pensar que oculta las verdaderas causas de la pobreza, la desigualdad y la degradación ambiental.
  8. El documento es un extracto editado de "El factor Malthus: pobreza, política y población en el desarrollo capitalista", de Eric B. Ross, publicado por Zed Books, Londres. Ross es antropólogo y trabaja en el Instituto de Estudios Sociales de La Haya, Holanda. Thomas Malthus llegó a la conclusión de que siempre habrá personas que no tendrán comida porque la población humana crece en progresión geométrica (se duplica cada 25 años) mientras que la producción de alimentos se incrementa en proporción meramente aritmética. Esta teoría es utilizada aún hoy como explicación de la pobreza y la degradación ambiental. Occidente, e incluso las élites orientales influidas por las ideas occidentales, todavía le temen al peligro de "superpoblación". "Ningún otro marco ideológico ha servido tan eficazmente como legitimador de los intereses, las teorías y estrategias de desarrollo de Occidente, en particular de la Revolución Verde y ahora de la manipulación genética en la agricultura. Este argumento ha superado con creces a cualquier otra explicación de la pobreza. El malthusianismo oculta sistemáticamente que el mal manejo o desperdicio de los recursos del planeta no se debe a los hábitos reproductivos de las personas sino a las contradicciones y motivos del desarrollo capitalista", sentencian los autores del documento.
  9. En su “Ensayo sobre el principio de la población” Malthus sostiene que la presión que ejerce la cantidad de habitantes del planeta es una "ley natural", lo cual hace que la pobreza sea natural e inevitable. Las “pruebas positivas” de enfermedad y desnutrición se presentan como las vías principales a través de las cuales se puede (y se debe) aliviar la presión que sufre el planeta a causa del exceso de habitantes humanos. Las clases dirigentes y el sistema político quedan libres de culpas respecto de la pobreza porque, según Malthus, la causa de la indigencia es la fertilidad y no el desempleo, la falta de tierras o el alto precio de los alimentos. Pero sucede que no es posible influir sobre el factor de la fertilidad, indica el pensador. Cualquier esfuerzo social y político que se haga para reducir desigualdades o mitigar el sufrimiento sería contraproducente porque provocaría un incremento de la población, lo cual implicaría a su vez un aumento de la presión que pesa sobre los recursos de producción, explica Malthus. Por lo tanto, un sistema de propiedad común, capaz de mantener a poblaciones aún mayores, resultaba una afrenta al orden "natural" de las cosas. El único sistema admisible -si se siguen las tesis Malthusianas- es el capitalismo.
  10. Una de las preocupaciones centrales de Malthus y de los capitalistas, industriales y aristócratas británicos, era la legislación para los pobres. Creada en el siglo XVI, establecía que cada municipio ayudara a sus pobres con el dinero recaudado de los impuestos, pero no por caridad sino como manera de ejercer un control social sobre el gran número de indigentes desplazados por el cercamiento de las tierras comunales y obligados a buscar otros medios de vida. Sin embargo, a fines del siglo XVIII, las leyes que protegían a esta gente constituían una amenaza para los ricos, que no sólo sentían disminuir sus ingresos sino que también veían en esas normas el principal obstáculo para la creación de una reserva de trabajo libre y móvil, como la que requería el capitalismo industrial. La teoría de Malthus constituyó entonces un argumento clave: la seguridad que brindaba la ayuda mencionada estimulaba a los pobres a reproducirse. Por lo tanto, la causa de la pobreza era la fertilidad. "Lo que ocultó el pensamiento malthusiano fue que la mayoría de los pobres, cuyo número iba en aumento, no habían nacido en esa condición sino que habían llegado a ella. El crecimiento del proletariado y el creciente costo de la ayuda a los indigentes no se debió al incremento de la población per se, sino a la intensa comercialización de la agricultura, junto con el cercamiento de las tierras comunes y con las leyes que obligaban a mantener alto el precio de los cereales", señala el documento.
  11. El malthusianismo, según el cual los pobres no son iguales a los más privilegiados porque carecen de las virtudes morales de la prudencia, capacidad de previsión, autodisciplina y racionalidad que caracterizan a la clase media, encontró un aliado intelectual en la eugenesia, un siglo más tarde. En la segunda mitad del siglo XIX, la eugenesia dio un paso más al argumentar que los defectos morales de los pobres eran innatos. Su propuesta fue ejercer un control sobre la natalidad, lo cual incluía la posibilidad de esterilización, para evitar que ciertas categorías de discapacidades o enfermedades contaminaran la “cepa nacional” de genes. En poco tiempo, esta teoría empezó a aplicarse a otros problemas sociales. Uno de los que apoyaba estas ideas era Winston Churchill quien, como Secretario de Interior en 1910, hizo circular por su gabinete un artículo de la Revista de Eugenesia titulado "Los débiles mentales. Un peligro social". Al ponerse de moda la idea de que las enfermedades se debían a factores hereditarios y que muchos problemas sociales eran "médicos" en realidad, ciertas creencias políticas inaceptables pasaron a formar parte del conjunto de síntomas de las enfermedades mentales. Faltó muy poco para que los socialistas quedaran incluidos en la categoría de "personas de intelecto débil". En Estados Unidos después de la Primera Guerra Mundial surgió la demografía, enmarcada en la eugenesia. Según este nuevo tipo de estudios, la principal causa de superpoblación planetaria era la fertilidad femenina. La mayoría de los verdaderos profesionales del nuevo campo se dedicaron a analizar el tema de la fertilidad, preocupados por "la diferencia de tasa reproductiva entre las clases sociales y las características inherentes de inteligencia, e incluso carácter, que supuestamente están relacionadas".
  12.  El malthusianismo sirvió para justificar una de las estrategias de desarrollo más influyentes de Occidente en el período de postguerra -la comercialización de la agricultura del mundo en desarrollo y la "Revolución Verde"- y tuvo un papel central a la hora de reprimir los pedidos de reforma agraria.  En su análisis de la reforma agraria (y su fin) en Filipinas, Guatemala y Vietnam, The Corner House sostiene que el argumento utilizado por Occidente de que el crecimiento demográfico provocó la ocupación de todas las tierras fértiles del Sur fue el que permitió el surgimiento de la Revolución Verde, presentada como la única solución al problema del hambre que describió Malthus.  Esta explicación se saltea el hecho de que los grandes productores suelen subutilizar la tierra donde los campesinos podrían producir sus alimentos. En realidad, la Revolución Verde negó que fuera posible incrementar las cosechas mediante una redistribución de las tierras cultivables y orientó la producción hacia los mercados mundiales en lugar de dirigirla a la satisfacción de las necesidades de subsistencia de cada lugar.
  13.  Una de los consecuencias de dicho sistema fue que se redujo la producción local de alimentos del mundo en desarrollo. La agricultura del Sur terminó desarrollándose sólo para exportar y Estados Unidos se convirtió en el principal proveedor de insumos agrícolas y en la mayor fuente de cereales para los países pobres. Así, la Revolución Verde dejó de ser una manera de aumentar la seguridad alimentaria de los pobres y se transformó en un modo de garantizar que se atendieran los intereses económicos de las multinacionales occidentales y estadounidenses.  Siempre hubo alternativas a la Revolución Verde, pero fueron suprimidas. En la década del 60, Gunnar Myrdal sostuvo que el futuro de la agricultura asiática se basaba en una mayor intensividad de producción. Las investigaciones realizadas en 1972 en Bengala Occidental, India, mostraron que un sistema que para Occidente era tradicional e ineficaz, resultaba ecológicamente más racional que la industrialización de Estados Unidos. El ganado indio no competía en absoluto con los seres humanos por el uso de la tierra o la comida. La ración de los animales –paja y cáscara de arroz, y troncos de árbol bananero cortados en trozos- se producía a nivel local y el ganado lo convertía en sustancias que las personas podían utilizar como abono y combustible. En Estados Unidos, donde los fertilizantes son derivados petroquímicos, el excremento animal debe desecharse y se convierte en uno de los principales peligros ambientales. Las pruebas crecientes de que la agricultura de la Revolución Verde es menos eficaz que sus antecesoras hizo que algunos especialistas concluyeran que medir el éxito sólo en base al alto rendimiento de las cosechas es un error. Sin embargo, el malthusianismo está muy lejos de sucumbir.  La nueva retórica del “desarrollo sustentable” y la “globalización” no alcanza para ocultar que el nuevo régimen económico exacerba, y no resuelve, los problemas sociales y ambientales del Sur, a la vez que acelera la polarización económica e ideológica. Y el pensamiento malthusiano postula la desigualdad, además de justificar, defender y ampliar los derechos de propiedad privada.
  14.  Virginia Abernathy, ex editora del Population and Environmental Journal, hace poco resucitó la “tragedia de los bienes comunes” de Garrett Hardin al sostener que la desigualdad en la distribución de la riqueza es esencial para conservar los escasos recursos que tenemos y legitimar la propiedad. Abernathy y otros neomalthusianos intentan asegurarse de que las políticas ambientales se centren en la destrucción que provoca la superpoblación en los países en desarrollo.  Uno de los corolarios de esta teoría malthusiana es que la inmigración también es una forma de redistribución y, como tal, impide que los pobres del Sur entiendan que los recursos son limitados. Por eso, Abernathy es contraria a las “grandes transferencias de tecnología y fondos al mundo en desarrollo”, ya que estos podrían mejorar los salarios y estimular la fertilidad, igual que la legislación para pobres de hace un siglo y medio.  Una de las opiniones más extendidas entre los pensadores del Norte es que los conflictos regionales se deben sobre todo a crisis ambientales. El malthusianismo tiene un papel importante en esta idea, ya que se supone que las guerras se deben a escasez de recursos y no al neocolonialismo o al neoliberalismo. De este modo, las intervenciones de Occidente parecen más benignas.
  15.  Incluso el recalentamiento planetario, consecuencia de la quema de combustibles fósiles durante un siglo y medio de capitalismo industrial, se convirtió en un argumento a favor del control de la natalidad en el mundo en desarrollo. El Consejo de Población (en cuya junta se encuentra el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn) también intenta hacer del cambio climático un asunto centrado en el crecimiento futuro de la población del Sur.  Así, es en clave ambientalista que se expresan el malthusianismo y la mayoría de los temores respecto de la inmigración, sin tener en cuenta las verdaderas causas del movimiento internacional de personas y sin siquiera contemplar la presión que ejerce la globalización en el Sur, cuyos recursos deben estar al servicio del Norte.  El movimiento campesino actual, sin precedentes, no se debe a un exceso de reproducción sino, en buena medida, a que los intereses del desarrollo agrícola comercial los volvió obsoletos. Los recursos de producción son desarrollados por compañías multinacionales para uso y beneficio de las naciones industrializadas. Los países en desarrollo se convierten así en reservas de mano de obra.  Es ilusorio tener esperanzas en una economía de este tipo o pensar que es muy segura. Sólo si cambia todo el sistema y se logra una sociedad donde los recursos se distribuyan de forma más equitativa se podrá superar la política malthusiana de población y considerar los derechos y necesidades de reproducción humana.
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