1. Thomas Malthus (1766-1834)
Contemporáneo con David Ricardo, en pleno auge de la Revolución Industrial, Malthus,
economista y demógrafo británico, adquirió renombre a partir de la publicación de un
ensayo donde exponía su ley de población, como respuesta a quienes pensaban, que la
propiedad privada era la causa de la pobreza y de las malas condiciones de vida de las
clases bajas y pensaba que una reforma política y social mejoraría dicha situación.
Malthus intentó demostrar que la verdadera causa de la pobreza se encontraba en una
“ley natural” de acuerdo con la cual la población crece más rápidamente que la cantidad
de alimentos que es capaz de producir, es decir, la población crece en forma geométrica
2,4,6,8,10, etc, mientras que la producción de alimentos crece en forma aritmética 1,2,3,4,
etc.
La idea básica es que el crecimiento de la población se halla limitado por el volumen
de los medios de subsistencia. Cuando estos aumentan, la población crece, es decir, a
medida que aumenta la producción de alimentos, crece el número de familias, pero lo
hacen mucho más rápido que la producción, provocando de esta manera, una
insuficiencia de alimentos. Según Malthus, esta situación genera miseria y hambre en la
población, a menos que el crecimiento de esta última se impida por algún medio.
Para Malthus, diferentes factores podían frenar el rápido crecimiento de la población. Por
un lado, estaban aquellos que aumentaban la tasa de mortalidad (como guerras y las
hambrunas). Por otro lado, se encontraban factores como la restricción de la moral (como
el retraso del matrimonio) que disminuían la tasa de natalidad. Malthus pensaba que se
debía desalentar la procreación. Estaba en contra de la beneficencia pública y creía que
la ayuda tendía a agravar el problema.
Los aportes de Malthus a la teoría económica son importantes a pesar de que la evolución
económica posterior contradijo sus pronósticos. No sólo porque la mejoras tecnológicas
incrementaron en forma extraordinaria la producción de alimentos, sino porque la
utilización creciente de anticonceptivos y cambios en las costumbres produjeron una
reducción de la tasa de natalidad en los países industrializados.