Este documento ofrece consejos para esquiar en familia con niños, incluyendo vestirlos apropiadamente para el clima, aplicar protector solar, bajar por pistas adecuadas a su nivel de habilidad, hacer paradas frecuentes para que se reconforten, llevar comida y terminar el día cuando muestren signos de cansancio. El objetivo es que disfruten esquiando sin prisas ni peligros innecesarios.
1. Más vale pocas bajadas pero en un clima relajado y disfrutando
del entorno que estar pendientes del reloj.
LLEVEMOS A LOS NIÑOS EQUIPADOS EN FUNCIÓN DEL TIEMPO
NO NOS OLVIDEMOS DE LA PROTECCIÓN SOLAR
DEJEMOS LAS PRISAS EN CASA
Tanto del rostro como de los labios.
(guantes de primera capa, buf, máscara de neopreno...)
Ni excesivamente abrigados ni demasiado ligeros para que no se sientan incómodos.
ESQUIEMOS CON UNA MOCHILA PEQUEÑA PARA:
Llevar prendas específicas que protejan del frío y la nieve o
las que no usemos en ese momento porque hace buen tiempo.
BAJEMOS POR LAS PISTAS ADAPTADAS A SU NIVEL
Forzarlos a pendientes excesivas no tiene ningún sentido:
cogerán malos vicios, dejarán de disfrutar, les entrará miedo y quedarán
agotados en poco tiempo.
Llevar algo de comida y bebida para tomar entre horas.
EXTREMEMOS LAS PRECAUCIONES EN CASO DE NIEBLA O
MUCHA AGLOMERACIÓN DE ESQUIADORES EN LAS PISTAS
PAREMOS MÁS A MENUDO PARA QUE SE RECONFORTEN
SI HACE BASTANTE FRÍO
DEMOS EL DÍA DE ESQUÍ POR TERMINADO CUANDO LA FORMA
DE ESQUIAR DE LOS NIÑOS DENOTE CANSANCIO
Esquiar en familia
Así evitaremos lesiones y nos iremos a casa con ganas de repetir.
Irene Vidal