Articulo

1. Ruben Cantafio
Sitio oficial de Rubén Cantafio
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Cavecose: Tribunal disciplinario
Siempre he sido de la opinión que lo que uno no regula, se lo regula otro. El estado ha venido
desde hace ya bastante tiempo y con bastante ahínco regulando la actividad aseguradora en el
país. En fecha más reciente, decidió aprobar una nueva Ley de la Actividad Aseguradora (2010)
que trajo sin duda, importantes cambios en el sector, en su operatividad y en sus resultados.
Esa nueva ley, así como la nueva ley del contrato de seguros impulsaron nuevas conductas y
nuevos esquemas de funcionamiento al sector, las cuales no fueron fáciles de entenderlas y por
ende adaptarse a ellas.
Por si fuera poco, la economía del país, paso factura evidente también, no solo a los que
mantenemos vida activa en el mercado asegurador, sino también a los clientes y a la colectividad
en general.
Hubo una importante caída en el consumo de pólizas, no solo por las nuevas regulaciones que
imponían las nuevas leyes, sino porque allá afuera había una severa tormenta económica, que
afectaba a nuestros clientes. Menos carros en el mercado, activos con más valor ( Inflación y
devaluación), caída de la capacidad adquisitiva del usuario del mercado, pólizas de salud más
costosas debido al incremento de costos del sector salud, hicieron que la actividad de
intermediación sufriera un inmenso golpe en los ingresos que estaba acostumbrado a tener.
Súmenle a esto, la incorporación, con causa justa o no de mucha gente que, sin la debida
preparación y conocimiento de la actividad, se vinculó al sector para salir a intermediar también
productos de seguros.
Ha revisado Ud. cuanta gente nueva hay en el sector corretaje de seguros en los últimas 14
temporadas? Los conocía? de dónde salió?
Seguramente la respuesta es NO a todas o alguna de ellas.
Todos estos hechos aislado o en su conjunto ha logrado que la competencia allá afuera sea voraz,
donde parece que solo subsisten aquellos que COBRAN menos no respetándose el arancel de
comisiones establecido en el mercado. Si bien es cierto que puede ser lógico, ya que la libre
competencia pudiera determinar que quien tiene mejores finanzas pueda arriesgar más, también
es cierto que hay parámetros de servicios que los clientes esperan le sean cumplidos y que tienen
un costo por igual para todos aquellos que participan activamente en la competencia cotidiana de
ganar clientes. Esto debería ser regulado por la Cámara de corretajes de seguros CAVECOSE,
pero hasta la fecha no tiene la estructura creada para tal efecto. Su presidente, Francisco
Machado, con quien he conversado el tema, le parece justo y lógico, que se conforme un tribunal
disciplinario que pueda imponer regulación propia a los actores del gremio. Por ende debe de
conformarse un tribunal, que fije normativa ética de funcionamiento del sector y que lo haga
cumplir.
Hay mucha gente muy valiosa en el mercado, con la formación necesaria que estaría dispuesto a
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2. Ruben Cantafio
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pertenecer a ese tribunal disciplinario, que sin los excesos de quien administra la ley, pero con la
firmeza de quien quiere el bien colectivo, logre de una buena vez por todas darle forma ecuánime,
cabal y justa a esta petición tan necesaria y tan antigua en el sector,No se puede seguir
aceptando que personas que son retiradas de otras empresas por cometer delitos o malas
acciones éticas, sigan trabajando en el sector, y que de paso sea contratado por una empresa de
la competencia como un héroe nacional. No puede permitirse que un empleado de un corretaje se
robe la cartera de clientes de su ex patrono o su información y la venda a su nuevo postor , sin
que tenga un castigo, al menos una sanción ética ligada a su actuación.
Cavecose, tiene la responsabilidad de darle frente a este anhelo, y los miembros de su junta
deben de respaldar esta petición de manera íntegra. Debe de llamarse ya a darle forma a esta
idea y a trabajar en su constitución.
No se puede pedir más un país que sea decente si nosotros mismos no construimos un escenario
decente para nuestras propias vidas. Empecemos por construir nuestro propio piso, nuestra
propia decencia si queremos darle decencia a nuestro mercado y por ende a nuestro país. No hay
peor complicidad que aquella que el silencio propicia.
No les dejemos a los demás, los que nos corresponde a nosotros mismos lograr!!!
Rubén Cantafio
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