1. Nos gustaría
esta noche armar con
ustedes un árbol de Navidad.
Colgaremos en él todos nuestros agradecimientos,
nuestros deseos y nuestra
esperanza.
Comenzaremos con la estrella del agradecimiento a todos los
que forman parte de la gran familia del SPC PUC
por su dedicación, su esfuerzo y
trabajo diario.
Por cada momento compartido, por cada palabra a tiempo, por todas las palabras de
aliento, por los logros alcanzados y por los que vamos a alcanzar, por hacer lo imposible posible, por
transformar una dificultad en una oportunidad, por acompañar, por
hablar y por callar. Los adornos representarán
a cada uno de nosotros, serán brillantes, cálidos, humanos, solidarios. Tendrán un profundo interés por el otro.
Transformarán la vida de nuestro árbol en un ambiente rico en conocimientos, valores, sentimientos, aprendizajes.
Queremos que nuestro árbol, sea uno de raíces profundas y ramas
frondosas, que nos pueda acoger a
todos, sostenernos cuando necesitemos un apoyo, resguardarnos de fríos vientos invernales y
dar sombra en el intenso sol de verano.
También queremos agregar una gran guirnalda de luces multicolores. Cada luz representa un alumno, un niño, un joven
y cada color representará sus diferencias y particularidades, un ser al que tuvimos el privilegio de enriquecer y transformar con nuestro trabajo,
nuestro conocimiento, nuestro amor. Agradecemos por cada vida
que tocamos,
que ayudamos a crecer, a vivir.
Debajo, depositaremos
nuestros deseos
para el futuro,
recordando
una antigua
bendición irlandesa:
“Que la tierra se vaya haciendo camino ante tus pasos,
que el viento sople siempre a tus espaldas,
que el sol brille cálido sobre tu cara,
que la lluvia caiga suavemente sobre tus campos y,
hasta tanto volvamos a encontrarnos,
que Dios te lleve en la palma de su mano.”
Con todo cariño,
Annie, Celina, Diana, Virginia y Tessie – Consejo Directivo