1. Crítica de conciertos
Lunes 25 de Octubre de 2010
Green Day: "Besos y abrazos"
Marcelo Contreras
Quizás no fue el mejor concierto del año hasta ahora pero ha sido lejos, muy
lejos, el más entretenido. Si alguna vez el guión del punk incluía rabia, rebelión
y una alternativa anti-sistema, con Green Day no hay más pretensiones que la
diversión total, como si se tratara de una visita a un parque de diversiones.
Desde que "American idiot" (2004) les abrió las puertas de la masividad
planetaria, la banda que lidera el expresivo Billie Joe Armstrong se ha dedicado
a perfeccionar cada truco del rock de estadios. Ya en el primer tema de la
noche, "21st century breakdown", el hiperkinético líder del trío estadounidense
probó qué lado del recinto coreaba más fuerte. Luego, el repertorio se amplió a
subir fans para recibir besos y abrazos, a decir que en Chile cantábamos más
que en Argentina (allá dijo lo mismo respecto Brasil), a disparar con una pistola
de agua, y a correr y saltar cada vez que reventaban fuegos artificiales y
arreciaban llamaradas. Más que un concierto, a ratos parecía el set de una
cinta de acción, con Billie Joe de héroe.
Por supuesto, entre tanta maniobra distractora, al líder le queda poco tiempo
para tocar la guitarra. No hay problema claro, porque Green Day ya no es un
trío, sino un sexteto con precisión mecánica, incluso cuando tocaron entre
broma y en serio clásicos de AC/DC, Black Sabbath, Metallica, Ozzy, y Guns N'
Roses.
Pero no sólo se trató de llevar al frente la idea del show en todo minuto, sino
también repasar una discografía que en 20 años ha demostrado consistencia.
"American idiot" y "21st century breakdown" calentaron la primera hora, pero
luego Green Day seleccionó los mejores pasajes de "Dookie" (1994) y los
subvalorados "Insomniac" (1995) y "Nimrod" (1997). Desde los fanáticos que
los siguen desde los 90 hasta los numerosos niños que vivían su primer
concierto de rock, Green Day dejó a todos contentos. Cortan un boleto que
garantiza alegría por tres horas y no hay cómo quejarse.