El documento define los desechos electrónicos como cualquier dispositivo eléctrico o electrónico que ha llegado al final de su vida útil y ha sido desechado, incluyendo ordenadores, teléfonos, televisores y electrodomésticos. La producción mundial de desechos electrónicos se estima en 50 millones de toneladas por año y está creciendo rápidamente debido a la obsolescencia acelerada de los dispositivos y al mayor uso de la tecnología. El manejo inadecuado de estos desechos puede dañar el medio