El documento es una carta de un psiquiatra a los padres en la que les dice que ser una "mala madre" significa amar y cuidar profundamente a los hijos. Explica que las madres deben preguntar a los hijos sobre su paradero, con quién están y a qué hora volverán; enseñarles sobre malas compañías; hacerlos asumir responsabilidad por sus acciones; y decirles que no cuando sea necesario, aunque los hijos se enojen, para protegerlos.