4. Llegaron después Laura y
Aldo, también con su mamá.
Al encontrarse se saludaron
y los niños se fueron a
jugar.
5. Aldo comenzó a saltar sobre
una de las bancas.
Sus amigos se reían al verlo,
“vengan, suban, verán
que es divertido”, les dijo.
Solo Cesar se animo a subir.
6. Saltaron tantas, pero tantas
veces, que la banca, que era
de madera, se rompió. Se
asustaron mucho y pensaron
que seria mejor irse a casa
antes de que los vea el
guardián.
7. Las mamás que habían observado lo
sucedido, se acercaron y le dijeron: “los
columpios, bancas y plantas y todo lo
que hay en el parque, hacen que este se
vea mejor. El parque que es de todos los
que vivimos en este barrio, debemos
cuidarlo para poder seguir disfrutando
de el. Será mejor que busquemos al
guardián para contarle lo ocurrido”.
8. Los niños acompañados de
sus, mamás fueron a ala
caseta, le contaron todo al
guardián y se comprometieron a
reparar la banca. Sus padres en
premio a su honestidad, los
ayudaron.